El camino fue lento y difícil, la lluvia había creado charcos en el sendero, la tierra era pantanosa y el campo de claveles no ofrecía protección alguna contra la lluvia, debió desistir de esa idea muy a pesar suyo, ademas de este lugar el único otro donde podría sentirse segura era su anterior escondite, pero prefería evitarlo lo mas posible por su ubicación y porque le recordaba el pasado, el mismo era una cueva o gruta que se encontraba cerca de la salida de desagüe de la ciudad, era pequeña, mas pequeña que la habitación que acababa de perder, en ella no había nada, pero podía cubrirse de la lluvia y un poco de el frió, la había creado o mas bien encontrado un poco después de ser expulsada de su casa por su padrastro, una vez que llego ahí escondió la espada en un hueco en una de las paredes y lo tapo con tierra, escondió también el cofre que había robado en la mansión y luego de eso intento dormir, aunque sin conseguirlo, ya que aun no superaba del todo el haber matado un hombre y mucho menos la muerte de sus maestros, el hombre misterioso aun no aparecía y tenia un pequeño cofre junto a ella, el cual había encontrado en donde debía haber una espada, nada estaba saliendo como debía - Nunca se sabe en que sentido giran los ejes de este mundo, y mucho menos a favor de quien - dijo Andrea mientras intentaba encontrar el sueño nuevamente, su mente estaba muy confundida y eso era lo que no le permitía dormir, había visto demasiadas muertes en un solo día y sumado a eso, nuevamente se sentía sola, con todo eso después de mucho rato el cansancio fue haciendo su trabajo y logro conciliar el sueño luego de dos horas de conversación interna.
Comenzaba un nuevo día en la misma ciudad, el mismo país, el mismo continente, el mismo mundo, todo seguía igual, o al menos casi todo, primeramente la ciudad no era la misma y las repercusiones de lo sucedido la noche anterior harían temblar el continente nuevamente después de muchos años, segundo un barbero había perseguido una moneda por toda una calle hasta que cayó en un desagüe, y por supuesto era un mal presagio del que todos en la ciudad ya hablaban y tercero pero no menos importante una joven se había levantado esa mañana con ganas de enfrentar todos sus problemas, con la firme intención de poner las cosas en orden, no sabia donde estaba el hombre que le había ofrecido su ayuda, no tenia a donde ir, no sabia que hacer, pero algo era seguro, no se quedaría escondida mientras el volvía, el hombre le había prometido que volvería y ella lo esperaría, solo debía conseguir algo que hacer mientras volvía, reviso las cosas con las que contaba, su estilete, una bolsa con mas dinero que el que jamas había visto y la ropa que tenia puesta, en la bolsa encontró trecientos cincuenta Mornicks sumando lo que ella tenia mas lo que había robado - fue una muy buena bolsa - dijo.
No debemos creer que Andrea cargaba una bolsa con casi quinientas monedas, sino que existían monedas de cincuenta, diez, cinco, uno, medio y hasta una décima de Mornicks, así que en realidad no tenia mas de 50 monedas.
Andrea decidió que su objetivo mientras no aparecía su amigo seria solucionar sus problemas del pasado, seria muy sencillo acabar con ellos usando su estilete, pero seguía recordando esas palabras donde le decían que era mas fácil con la pluma y con la bolsa de dinero, se dijo que si quería hacer las cosas mejor que el resto, debía esforzarse mas que el resto, fue hasta el barrio pobre, muy cercano a donde había crecido y donde lo único bueno que había aprendido era a leer, alquilo una habitación con comida incluida en una posada llamada el oso perezoso por medio mornick al mes, luego fue hasta la biblioteca de la ciudad y pidió unos libros que le pareció que tenían información sobre lo que venia buscando, que por cierto ahora incluía mas cosas, como por ejemplo los doce círculos.
De vuelta en casa noto que aun era temprano y decidió pasear por la ciudad y conseguir un buen lugar para aprender o continuar sus practicas de esgrima, no encontró ningún lugar decente, probablemente se debía a que sus dos maestros tenían un nivel de combate algo elevado, quizá la mitad de el que poseía el campeón de la orden, de todos modos se intereso en un lugar donde enseñaban el combate sin armas, algo similar a la lucha pero con golpes dirigidos a matar y a jugar sucio, le pareció la mejor opción, justo le que ella necesitaba para derrotar a personas muy por encima de su nivel, hay que recalcar que ella tenia quizá la mejor capacidad de aprendizaje que a existido y era por esto que aprendía tantas cosas a la vez, luego de inscribirse, por dos Mornicks al mes, fue a una plaza y se dedico a su antiguo pasatiempo, escuchar cosas de conversaciones ajenas, esa sensación de riesgo que se tiene al hacer algo peligroso, eso que algunos llaman adrenalina era lo que ella sentía.
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El Renacer
AdventureEl alma de los vientos era un ser fuerte y poderoso, veloz e intangible, sabio y antiguo, su andar era como el de la brisa, su mirada como un vendaval, su forma de combatir como una tormenta y su manera pensar como la de los dioses, pero no siempre...