El Renacer

Un hombre diferente

  De el otro lado de la puerta encontró a un solo hombre, le pareció poca cosa para cuidar la sala del tesoro, pero al detallarlo detenidamente noto que no era cualquier hombre, en su rostro se dibujaba la fuerza de los que son imbatibles, la tranquilidad de los que son imperturbables, la seguridad de los que lo saben todo y la paz de los que han visto el rostro de los dioses, era el campeón de la orden, el mejor de los caballeros y en la mente de Andrea no existía manera de vencerle. Parecía que aunque un ejercito viniera a por él o lo que sea que él guardara, él podría mantenerse imperturbable.

  Él la miro fijamente y con calma dijo —¿Que te trae a la sala del tesoro?, escucho un alboroto en el salón desde aquí, pero por ningún motivo dejare mi puesto, y aunque seas el ser mas bello que alguna vez haya observado no te dejare pasar—.

  Ella consternada por que la llamaran bella y a la vez preocupada por no encontrar manera de penetrar una defensa tan poderosa, solo pudo responder —¿Quien eres?—.

  —El hombre que no te permitirá tomar la reliquia de la familia, aunque si tu verdadera pregunta es cual es mi nombre te diré que me apellido Mondrecknest y me llamaron Moondawm porque la luna aun estaba en el cielo la mañana en que nací, mis amigos lo resumen a Mo, pero no perdamos mas el tiempo, tu tienes algo que tomar y yo tengo algo que defender, comencemos—.

  Ella aprovecho el momento y avanzo hacia el con su daga en mano, sus intenciones de lograr su objetivo eran mayores que su instinto de preservación, pero ni con toda la fuerza de voluntad del mundo puede hacer algo la espada cuando choca contra una muralla, y así era su diferencia en ese momento, era una niña contra un hombre, y por mas que se esforzó no logro siquiera rosarlo, cuando parecía que ya no había manera de lograrlo, que no existía manera de salir con vida, se escucho un fuerte ruido en el patio que quedaba un piso mas abajo y a la derecha de la habitación, y unos segundos después dos hombres entraron por las ventanas al mismo tiempo, tenían ropas negras que cubrían todo su cuerpo y mascaras rojas sobre su rostro, todos conocían esto, eran asesinos de los doce círculos, bueno todos menos Andrea, inmediatamente se noto el cambio de actitud de Moondawm, tomo una posición mas defensiva, prácticamente ignoro la presencia de Andrea y dijo, —¿Que hacen los doce círculos lejos de la Montaña de Moot?, mas importante aun, ¿que los a hecho salir de los dominios de la teocracia? y por ultimo, ustedes son buenos guerreros, lo admito, pero ¿en serio creen que dos serán suficiente?—   los asesinos lo observaron por un momento y el mas alto respondió —por suficiente dinero no solo saldríamos de las montañas sino que iríamos a las tierras heladas del sur a buscar a los dragones, y sí es cierto, alguien debe oponerse a la teocracia pero se necesita dinero para ello, respecto a creer que podemos contigo, no somos tontos eres quizá el mejor espadachín del mundo, y es por eso que enviamos una comitiva hace unos días con la sola intención de debilitarte, cuchillos envenenados, bombas con humo segador que aun hoy debe estar haciendo efecto, tus músculos no se deben mover muy bien, la pasividad con la que has actuado contra esta chica lo demuestra, tus ojos no pueden seguir el objetivo y lo mas importante, no somos guerreros novatos como los que te atacaron hace unos días, nuestra marca no es de tres círculos, las nuestras ya acumulan siete y son muchos los que las han visto pero ninguno de ellos ha salido con vida, y tu, no seras el primero.

  La tensión en el aire era muy elevada, tanto que si alguien hubiera tratado de hacer un movimiento hubiera sentido su cuerpo el doble de pesado, esto no era mental, sino que las ropas mágicas de los asesinos les brindaban diferentes habilidades, en este caso uno de ellos hacia mas pesado a sus enemigos y el otro mas rápidos a sus aliados, nadie se movía los cuatro esperaban un error.

  Un poco después dicho error se presento. Mientras ellos se observaban Andrea creyo ver la oportunidad de acabar su misión y corrió hacia el cofre que estaba en el centro de la sala, o al menos lo intento porque se sintió lenta, lo que sucedió después fue muy rápido para su vista, uno de los asesinos avanzo para cortarle el paso y también el cuello, a una velocidad nunca antes vista por ella, parecía como si estuviera impulsado por el viento, Andrea creyó que no viviría un segundo mas y antes de que pudiera evitar la puñalada que se dirigía a su cuello la espada de el campeón corto a el hombre por la cintura. mas específicamente desde el centro de su cintura hacia la parte izquierda de su cuerpo, el corte fue limpio de la lado a lado, mientras este corte sucedía el campeón recibía una puñalada en el pecho de el otro asesino, que había avanzado hacia Mo al momento en que observo que desviaba su mirada hacia su compañero, y una vez que hubo recibido la puñalada, Mo con su inmensa fuerza tomaba a el segundo asesino por el cuello y le golpeaba con el pomo de la espada, lo cual lo conmociono por un momento muy breve, cuando el asesino estaba a punto de asestar una segunda puñalada a el campeón, recibió una puñalada por detrás, en la columna, Andrea se había movido a ayudar a el campeón inmediatamente después que este había cortado por la mitad al que estuvo a punto de matarla, que para su suerte también era quien la hacia sentir lenta.

  Aunque no recordaba en ese momento nada de los lugares en donde se suponía había aprendido a golpear, mas por suerte que por instinto le asesto un golpe sobre la columna y le mato inmediatamente, un segundo después considerando su cuenta ya saldada, corrió hacia el tesoro, lo tomo y salio por la ventana izquierda, salio por esta solo por estar en la zona contraria a donde habían entrado los asesinos.

  Al mismo tiempo que Andrea se alejaba, en la sala, sin poder moverse, a causa de sus heridas anteriores y la que acababa de recibir, se encontraba Moondawm muriendo lentamente.

  El desastre se había apoderado de la lujosa casa, en algunas partes los cadetes luchaban contra los guardias, en otras los soldados y los cadetes luchaban contra los rebeldes y en otra parte una chica se las arreglaba para subir a una muralla y salir hacia las calles aprovechando el desorden, mientras escapaba pensaba en lo que acababa de presenciar y recordaba una oración escrita en uno de los libros que había leído, "los verdaderos enfrentamientos solo duran segundos y aquel que diga lo contrario solo a visto peleas de niños y duelos entre borrachos" , si su memoria no le fallaba el combate anterior solo había durado unos segundos desde que ella avanzo hacia el cofre.

Luego de llegar a las calles robo un caballo, de esos que corren por las calles cada vez que ocurre un desastre, de esos que aparecen en el momento justo, de esos que salvan el día en una de esas historias buenas, lo tomo y partió directo hacia lo que desde hace poco había comenzado a llamar su hogar.