Conociendo el pasado

39 6 0
                                    

  -Todo comenzó cuando desperté hace una semana, me encontré rodeado por tres caballeros y con las manos atadas a los lados de la cama.

  -Conozco las reglas y leyes de la orden, aunque no recordaba claramente todo, sabia porque había pasado esto.

  Ese mismo día la sede de la orden recibió una carta con la ubicación de el supuesto escondite de los monos rojos, y se envió un destacamento con la mayor parte de la tropa activa a atacar su base, aprovechando esa oportunidad mis carceleros, que eran soldados entrenados por mi (como casi todos los cadetes de la orden), solicitaron la oportunidad de llevarme al templo que queda en las estepas a peregrinar,argumentando ser mi ultima voluntad.

  -Después de diferentes divagaciones y aprovechando el hecho de que el comandante que mas pedía mi condena estaba al mando de hombres en el norte atacando a los bandidos, mis partidarios lograron que el consejo de la orden permitiera mi viaje, aunque debía ir escoltado por los cinco mejores caballeros y cincuenta soldados del emperador. 

  -Después de varias deliberaciones mis partidarios hicieron todos los preparativos para mi escape, primero se aseguraron de que en el bastión inexpugnable hubieran solo soldados que hubieran luchado bajo mi mando o que hubieran sido entrenados por mi, aseguraron provisiones para dos años, y enviaron cartas a todos mis amigos de otras partes del imperio para que conocieran la situación. Una vez hecho esto dejaron a un hombre en la ciudad encargado de solucionar el único problema que nos podría delatar antes de tiempo, el escriba.

  Se supone que el escriba debía ser enviado a la caravana de peregrinación y que escribiría mis memorias durante el tiempo que esta durara, pero imagina que hubiera sucedido si por casualidad el escriba llegaba a el pueblo donde debía estar yo en ese momento y resulta que no estoy y nadie sabe nada de mi, la fuga habría sido obvia y los planes se hubieran derrumbado rápidamente.

  -Una vez solucionado lo de el hombre que debía apoderarse del carruaje para el escriba partimos, el viaje hasta el fuerte es de un día en carruaje, pero es de dos días cuando vas con cincuenta hombres a pie y mucho equipaje y comida, debíamos hacer un recorrido diario de catorce horas, al culminar el primer día los caballeros ordenaron a los soldados cavar un foso y construir un pequeño fuerte, aunque los caballeros estaban acostumbrados a hacer esto después de cada marcha, los soldados no y fue por esto que al culminar (dos horas después), estaban agotados, no podían ni con su alma cuando comieron, diez minutos después estaban casi todos dormidos, lo que siguió fue un poco brutal, quizá grotesco, pero necesario, los cinco caballeros mataron uno por uno a todos los soldados comenzando por los que estaban mas despiertos, luego los arrojaron en la zanja defensiva y los cubrieron con tierra, cargaron en los caballos todo el equipaje, destruyeron el campamento, lo quemaron e inmediatamente continuamos la marcha, fue mas o menos en esta parte de el camino donde me entere del plan y aunque no deseaba la muerte de esos cincuenta hombres, tampoco deseaba mi muerte y mucho menos estaba preparado para aceptarla, así que esa liberación me llego en el momento justo, 

  En este momento Andrea noto que Mo no era precisamente un santo dispuesto a morir por los demás.

  Mientras ella pensaba eso, el continuo diciendo -aun así, debí llegar como prisionero hasta el fuerte, los capitanes de las tropas en el fuerte estaban enterados de la maniobra, pero el comandante era un viejo veterano, jamas aceptaría que no se cumpliera una orden, fue hecho prisionero una vez que ordeno abrir las puertas, y junto con él los hombres que constituían su guardia personal, el resto de los hombres y los capitanes me juraron lealtad inmediatamente y se enviaron palomas mensajeras a todos nuestros aliados para que supieran que el plan había funcionado, estuvimos un poco en suspenso mientras no llegabas tu, ya que si esa parte de el plan fallaba todo se vendría abajo.

  -Fue un completo alivio cuando me informaron que había llegado tu coche abajo hace una hora.

  -Ahora sabes como llegamos hasta aquí desde la ultima información que tenias, que según creo era de dominio mas o menos publico, entenderás que no puedo dejarte salir de aquí en los próximos seis meses, pero seras tratada bien, realmente esperábamos un hombre, sera difícil mantener segura a una mujer en medio de tantos hombres, pero yo mismo seré responsable de tu integridad física y mental, con eso quiero decir que no permitiré que nadie te ponga un dedo encima ni te hable de la manera incorrecta.

  Andrea guardo cualquier reacción por su secuestro para otro momento, debía permanecer calmada, aun no sabia que esperar de su captor.

  Seguidamente se levanto y dijo -pero vasta de historias, vamos a mostrarte el fuerte.

El RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora