-quiero que firmes contrato con una mujer joven- dije colocando mejor el teléfono en mi oreja- quiero a alguien que sea naturalmente descomplicada pero elegante, de eso se trata mi marca- dije mientras seguía dibujando en mi libreta.Eddie se movió un poco y se acomodó mejor en la cama, posó su mano en mi vientre y continuó durmiendo, lo miré y sonreí, ahora no se podía separar de mí en ningún momento. El pobre había dormido como un bebé después de un concierto que habían otorgado aquí en Seattle, nunca lo vi tan agotado.
-tiene que ser necesariamente una modelo o...- dijo Alex al otro lado del teléfono.
-no me importa si es modelo o no, sólo quiero a una mujer segura de sí misma y con personalidad- dije firmemente- algo que de impacto... No como las mismas chicas que solemos ver siempre en las pasarelas o en las revistas- dije tratando de explicarme.
-tranquila, yo entiendo querida- dijo Alex riendo- no te alteres- bromeó.
Reí levemente y suspiré, últimamente cambiaba muy rápido de ánimos, agradecía que Alex nunca se tomara mi actitud en serio, por eso nos entendíamos tan bien.
-recuérdame... ¿Por qué trabajo para ti?- preguntó Alex.
-porque te pago mejor que cualquier otra persona- dije presumida.
-oh, claro, ya recordé que ahora puedo comprar un combo aceptable en McDonald's- respondió ella bromeando.
Reí en silencio ante su comentario, ella rió tan fuerte que tuve que alejar el teléfono de mi oído o quedaría sorda. Alex había aceptado trabajar para mí sin paga, pero yo no lo permití, tenía que sacarla de su misero empleo y aunque me costó que aceptara, a los cuatro meses ya tenía un apartamento propio. Nunca la ví tan felíz por trabajar, le pagaba lo que se merecía, me había ayudado mucho y creo que esa era la mínima cosa que podía hacer para agradecerle.
-entonces...-dijo Alex tratando de ponerse seria de nuevo- empezaré a contratar fotógrafos para la publicidad, Los bocetos de la próxima colección, ¿Los envío al atelier en Nueva York ó de eso te encargas tú?.
Me distraje cuándo acariciaba el cabello de Eddie, el se estiró tiernamente y continuó en la posición en la que estaba, sonreí al ver lo infantil que se veía mientras dormía y quedé totalmente idiotizada mirándolo.
-¿Hola?, ¿Nicole, estás ahí?- exclamó Alex llamando mi atención.
-oh... no, ¡no!, todavía estoy perfeccionando algunas cosas- dije regresando al mundo- yo los llevaré personalmente a Nueva York- dije mientras continuaba dibujando.
Eddie se acercó más a mí y me abrazó con necesidad, no le presté atención y seguí dibujando, hacía eso siempre para que lo dejara dormir.
-está bien, entonces te llamo más tarde, ¿Vale?- dijo Alex ahogando un bostezo.
-sí, ve a dormir, perra- dije notando su sueño.
Ella rió y colgó el teléfono, hice lo mismo y seguí concentrada en el papel que tenía al frente.
-Mírate, eres toda una nerd- dijo Eddie con su voz ronca mañanera.
Me quité los lentes que solía usar para dibujar mejor y lo miré sonriendo, el recostó su cabeza en mi vientre impidiendo que siguiera dibujando.
-¿Por qué soy una nerd?- pregunté mientras acariciaba su cabello.
-¿Quién trabaja un frío domingo por la mañana?.- preguntó Eddie cerrando los ojos de nuevo.
-yo- respondí indiferente- ahora si me permites, continuaré trabajando-dije tratando de quitármelo de encima.
Eddie se aferró más a mí con fuerza obligándome a quedarme quieta, puse los ojos en blanco, coloqué la libreta encima de su cabeza y continúe dibujando como si nada pasara.
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Del amor y otras desgracias
RomanceEl amor no solía ser una prioridad para la joven diseñadora Nicole Navarro, hasta que decide sumergirse en una relación amorosa con su mejor amigo, quién terminaría siendo una de las leyendas del grunge y una de las voces más poderosas del rock. Per...