Capítulo 10

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Abrí la puerta de la casa para que Eddie pasara con las maletas primero. Entró, tiró las maletas en el suelo y se dirigió a la habitación sin decir nada, entré, cerré la puerta y me quité las gafas de sol.

-hogar dulce hogar- dije para mí.

No iba a ser un hogar tan dulce por éstos nueve meses que me esperaban. De repente reventé en un llanto silencioso, no sabía que pensar, no sabía como sentirme, no sabía como se sentía Eddie. Cuando le dije la "gran" notícia no dijo nada y no mencionemos el grandioso viaje que fue una pesadilla total, Eddie sólo respondía con monosílabos y no mostraba expresión alguna, yo sólo podía pensar, ¿Como le diría ésto a mi madre?. Tomé un poco de agua y caminé hacía la habitación, Eddie se había quedado dormido en la cama boca abajo con la ropa puesta, tenía la boca entre abierta y se escuchaban unos leves ronquidos, noté que estaba a punto de caerse al suelo.

-Eddie...-dije suavemente.

Al no obtener respuesta alguna le di una nalgada para que se despertara, él abrió los ojos y me miró cabreado.

-déjame dormir, estoy cansado-dijo él de mala gana.

-te vas a caer...

Eddie se quitó los zapatos enfadado y se cubrió con las sábanas haciendo caso omiso, traté de ignorar su actitud y me quité la ropa para darme un baño. Al salir del baño el panorama era igual, necesitaba hablar con él, pero al parecer se la estaba pasando peor que yo; me coloqué la pijama y me cepille el cabello, aunque eran las dos de la tarde solo quería dormir, esto era como una puta pesadilla. Me acosté en la cama de espaldas a Eddie y cerré los ojos, de repente el sonido del teléfono hizo que saltara del susto.

-¿hola?- contesté de mala gana.

-supuse que ya habías regresado de Holanda, así que llamé- dijo Alex al otro lado del teléfono.

-que considerada- dije cerrando los ojos de nuevo.

-bueno... Tengo noticias para ti- dijo Alex incómoda.

-¿que sucede?- pregunté preocupada.

-la inauguración de tu tienda en Nueva York fue un éxito, y el hecho de que no hubieras estado presente fue aún más revolucionario...Vogue quiere entrevistarte y...- guardó silencio por un momento- ¡quieren que seas la portada del otro mes!- dijo Alex muy alegre.

Suspiré y traté de alegrarme, pero no salió nada de mi rostro, se supone que esto era bueno, ¿lo era?, ¿salir en una revista aparentando lo que no soy?, no lo sé, a estas alturas de mi vida ya todo me daba igual.

-ah... Eso suena genial- dije con un con una falsa alegría.

-¿qué sucede Nicole?- preguntó Alex de repente.

Me quedé callada por un momento, ¿por qué mis malditas emociones eran tan notorias?, lo odio.

-no sé de qué estás hablando...

-claro que sabes de que hablo, ¡por dios, este ha sido tu sueño desde niña, ¿Por qué no estás alegre?!- dijo ella enfadada.

-Alex...-dije nerviosa- necesito que tomes un vuelo a Seattle y vengas ya mismo- dije en español para que Eddie no entendiera.

-me estás asustando... ¿por qué?- dijo Alex preocupada.

-necesito decirte algo que no te va a gustar- dije nerviosa.

- Qué... ¿Qué estas embarazada?- dijo ella bromeando.

-no es una broma- dije rompiendo en un llanto silencioso.

-¡¿qué?!- gritó ella de repente- estás jodiendo... ¿No?- dijo Alex con esperanzas.

-no...-solté un chillido notorio y me tapé la boca para no despertar a Eddie.

Del amor y otras desgraciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora