Capítulo 18

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-¿estás seguro de que puedes manejar una de éstas?- pregunté acomodándome mejor en la parte de atrás.

-¡claro que sí!- respondió Eddie seguro de si mismo- aprendí en la secundaria- dijo encendiendo el motor de la motocicleta.

-¡¿En la secundaria?!- exclamé sin poder creerlo- ¿tienes alguna idea de hace cuánto tiempo fuiste a la secundaria?- dije y me bajé de la motocicleta rápidamente.

-estas cosas no se olvidan, es como conducir un coche- dijo como si fuera obvio- Te prometo que todo va a estar bien- dijo Eddie extendiendo su mano.

Me acomodé el vestido que llevaba puesto y me quité los lentes de sol para mirarle mejor, Eddie me ofreció un casco, pero yo me negué a recibirlo.

-oh, ¡vamos Nicole!, ¿Prefieres caminar hasta el hotel?, ¿Quieres que te recuerde que tan lejos estamos?- preguntó Eddie sonriendo malicioso.

Analicé la situación y me dí cuenta del tiempo que nos tomó llegar a este lugar, rayos.

-dame eso- le quité el casco que tenía en la mano y me lo coloqué- ¿Por qué mierda no rentamos un coche?- dije sentándome en la motocicleta otra vez.

-porque la señorita quería rentar una motocicleta- dijo Eddie dándose la vuelta para mirarme.

-eso fué cuándo pensé que el señorito era un experto en el tema- dije remedándolo.

-¿Estás enfadada?- preguntó Eddie quitándome las gafas de sol para verme mejor.

- Nunca podría enfadarme en este lugar- dije admirado el paisaje.

Me distraje por unos segundos al admirar la belleza de Verona, sus calles históricas y las hermosas casas que se combinaban con un atardecer excepcional. No iba a mentir, estaba internamente felíz de poder estar aquí.

-¿Qué estás mirando?- pregunté saliendo de mi palacio mental.

Eddie me miraba con una gran sonrisa que espantaba.

-admiro a mi paisaje- dijo Eddie fulminandome con la mirada.

desvié la mirada abrumada y sonreí sin saber que responder, ¿que se supone que responda a eso?

-¿que estás esperando para besarme?- preguntó Eddie al ver que no respondería.

-lo mismo me pregunto- dije acercándome a su rostro.

Besé suavemente sus labios y me separé rápidamente para no alargar el beso.

-vamos chófer, conduce ya- dije empujándolo levemente.

-¿Disculpa?- fingió Eddie estar ofendido.

-No te pongas dramático- dije poniéndome los lentes de sol- si quieres ducharte conmigo entonces conduce rápido al hotel.

En nuestro lenguaje creado al pasar de los años que llevamos juntos, "ducharse" significaba follar.

-¿En serio me estás tratando de controlar con el sexo?- preguntó Eddie sin poder creerlo.

-sip, ¿Algún problema con eso?- dije indiferente.

-no- dijo él y se encogió de hombros- ya me acostumbré a ser tu esclavo sexual, ¡soy prisionero de esta mujer!- dijo dramáticamente y fingió un leve llanto.

-cállate y conduce- dije riendo.

Eddie soltó una carcajada y encendió la motocicleta, me coloqué el casco acojonada de que algo saliera mal.

-agarrate de mí- dijo él con tono autoritario.

Lo abracé por detrás más acojonada que antes, esto iba a terminar mal.

Del amor y otras desgraciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora