Capítulo 20

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-¡Oh por Dios!- exclamé gracias a la hermosa sensación del clímax.

Mi novio dió unos empujones más para luego dejarse caer en mi espalda desnuda, aferró sus manos a mi cintura y me apoyé en el mesón de la cocina para poder mantenerme en pie.

-vine a desayunar y terminé siendo el aperitivo- dije tratando de recomponerme.

Eddie rió en voz baja y yo me dí la vuelta para verlo mejor, una sonrisa de maldad radiaba en su rostro. Jugué con su cabello notando que por fín se lo estaba dejando crecer; amaba los rizos que se formaban en su cabello corto, pero mi fetiche era verle con la melena de nuevo.

-culpa al ambiente del hotel que escogiste, no sé que tiene, pero dan ganas de follar- se excusó Eddie.

-¿Ah, sí?- me crucé de brazos divertida- ¿no era más fácil decir que morías por follar?.

-no, así no sería tan divertido- dijo Eddie acercándome de la cintura.

Eddie plantó un pequeño beso en mis labios y luego me miró con deseo, me dí por vencida y me lancé sedienta a por sus labios de nuevo; la calentura del beso había llegado tan lejos, que ya me encontraba sobre el mesón con Eddie entre mis piernas. De repente el teléfono comenzó a sonar, traté de ignorarlo y continuar en lo mío, pero me fue imposible.

-Nicole, ¡ignora el teléfono por el amor de Dios!- dijo Eddie al darse cuenta de mis intenciones.

-puede ser de máxima importancia para mí- dije y me separé de él.

Eddie puso los ojos en blanco disgustado y me dejó ir, corrí hasta la habitación y me tiré en la cama para contestar el teléfono.

-¿Hola?- respondí rápidamente.

-he estado llamándote desde hace media hora, ¡¿Por qué no contestas?!- la voz enfadada de Alex me tomó por sorpresa.

-lo siento... Estaba haciendo el desayuno- dije y reí internamente.

-¿Y tú desde cuándo preparas el desayuno?- preguntó Alex extrañada.

-desde siempre, ¿y ahora que sucede?, Interrumpes mi desayuno- traté de cambiar el tema.

-¿en qué hotel estás hospedada?.

-en el Chateau Marmont, ¿Te animaste a venir?- pregunté emocionada.

-¿de verdad creías que me iba a perder la oportunidad de ir a Los Angeles para los Grammy?, ¿De verdad me crees tan tonta?- respondió Alex emocionada.

-me decepcionaría si no vinieras, no es tu estilo- dije tratando de esconder mi emoción- ¿en cuanto tiempo estarás aquí?.

-en unas horas, ¿cómo se siente Eddie al respecto?- preguntó Alex temerosa.

-ya sabes cómo es él, detesta esos eventos, pero ésta vez me invitaron a mí y el susodicho quiso venir conmigo- sonreí levemente- a propósito, tengo colgar, estaba en medio de algo cuando llamaste- recordé.

-nunca aprendiste a mentir- dijo Alex.

-¿Qué?...

-no te preocupes niña mala, sigue intercambiando fluidos con tu novio, te llamaré más tarde- dijo Alex riendo.

Alex colgó y me dejó con la palabra en la boca, tiré el teléfono y rápidamente caminé a la cocina en busca de Eddie, miré por todas partes, pero ya no se encontraba ahí; el sonido del agua caer y un leve canto que provenían del baño hicieron que me dirigiera hacia él.

-¿Vedder?- dije abriendo lentamente la puerta.

Abrí completamente la puerta y me encontré a Eddie lavando su cabello con los ojos cerrados, mientras que murmuraba una canción.

Del amor y otras desgraciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora