#Narra Poché
-¿Sebastián? fue lo primero que dije, él estaba tirado con la cara llena de sangre y a lado de él estaba Mario - ¿Mario? - me acerque a ellos y empecé a moverlos pero ninguno de los dos reaccionaba - chicos por favor despierten - no sabía qué hacer, las lagrimas empezaban a caer de mis ojos y yo solo podía abrazar a mis mejores amigos e intentar que reaccionaran.
-Olvídalo, no despertaran - escuche que decía una voz a mis espaldas y voltee sin pensarlo.
-¿Tú les has hecho esto? - pregunte.
-Si y adivina... no son los únicos - dijo aquel hombre que estaba frente a mí para después hacerse a un lado y dejarme ver el cuerpo de Daniela tirado en el suelo con mucha sangre a su alrededor.
-¡DANIELA! - corrí hacia su cuerpo e intente levantarla - Dani por favor abre los ojos, por favor quédate conmigo - eran las únicas palabras que salían por mi boca y no podía dejar de llorar - por favor Dani despierta, no me dejes - la abrace sin importar que mi ropa se llenara de sangre.
-Nunca lo haría - dijo ella casi sin voz y cerraba sus ojos poco a poco.
-Calle, Calle por favor no te duermas, Calle - intentaba moverla para que no se quedara dormida pero todo era en vano y cerro sus ojos con una pequeña sonrisa en sus labio - ¡CALLE! - grite con tanta fuerza que me desperté, había sido solo una pesadilla, una de las peores pesadillas pero solo había sido un sueño. La tele aun seguía encendida y aun estaba demasiado oscuro afuera pero no podía dormir, tenía que relajarme, respirar aire fresco y decidí salir a caminar, me puse una chamarra, apague la tele y salí de casa, camine hasta llegar al lugar donde me había topado a Calle y me di cuenta de que había alguien en la banca, parecía estar durmiendo y aunque no quería molestar decidí acercarme a ver de quien se trataba.
-¿Dani? - dije al ver su cara, no podía creer que era ella quien estaba aquí - Anda Dani levántate - dije mientras la movía un poco para no asustarla. Así dure unos cinco minutos hasta que se empezó a mover.
#Narra Calle
-¿Dani? - se escucho que alguien me llamaba a lo lejos pero no podía reconocer la voz.
-Mande - respondí.
-Anda Dani levántate - me decía pero yo no entendía el porqué de aquellas palabras.
-Estoy despierta.
-Dani por favor, arriba. Abre los ojos pequeña.
Poco a poco fui abriendo mis ojos y no sabía dónde estaba pero aquella voz ahora se me hacía más conocida y voltee a ver de dónde provenía.
-¿Poché? - me sorprendí verla ahí a mi lado.
-¿Qué haces aquí Calle?
-¿Qué hora es? - fue lo que pregunte, no tenía ganas de responder aquello.
-No lo sé, pero es demasiado tarde, ven vamos a mi casa, no puedes quedarte aquí - dijo para después ayudarme a parar.
-No quiero molestar –pensé en decirle que mejor regresaba a casa pero no quería, no podía.
-Nunca lo haces - dijo mientras caminábamos rumbo a su casa, hacia mucho mas frio que antes y aunque tenía la chamarra estaba empezando a temblar, Poché se dio cuenta de lo mucho que empecé a temblar así que se quito su chamarra y me la ofreció, apenas yo iba a negarme ella hablo - tómala, ahora la necesitas mucho más que yo - agradecí internamente y aunque no parecía buena idea, no tenía otra opción más que aceptarla, faltaba poco para llegar a su casa y parecía que el frio no afectaba a Poché porque ella iba como si nada. Llegamos y lo primero que hizo ella fue hacer un par de tazas de chocolate - toma, debes calentarte - dijo ofreciéndome la taza.
-Gracias, por todo –dije algo avergonzada.
-No hay nada que agradecer pero, me dirías que hacías o por qué estabas ahí a estas horas.
-Tuve una pelea con mi madre y simplemente salí de casa, camine durante un rato pero ya no quería regresar - la verdad no quería entrar en detalles y ella lo había notado.
-¿Quieres dormir? - me pregunto, parecía que ella ya tenía bastante sueño.
-Aun no, gracias, pero ve tú, se ve que tienes mucho sueño.
-No, tranquila, me quedare contigo, ¿quieres seguir viendo la serie?
-Claro - dije simplemente.
Poché me trajo una pijama junto con un par de mantas, hizo un bote de palomitas y puso la serie en la tele, nos sentamos en el mismo sillón sin decir una palabra y de la misma forma empezamos a verla, después de ver al menos dos capítulos Poché se quedo dormida apoyada en mi hombro, me quede observándola, se veía tan frágil, tan tierna, tan linda, con una mano acaricie su rostro de manera muy suave esperando a no despertarla, observaba cada pequeña parte de ella y sin dudas sus labios eran una de mis partes favoritas, dure unos minutos admirándola y cuando me di cuenta ya era demasiado tarde así que apague la tele y me dispuse a dormir junto a ella.
Me desperté alrededor de las diez de la mañana o eso decía mi teléfono y me di cuenta de que Poché ya no estaba a mi lado pero había un olor demasiado delicioso, me levante del sofá me fui al baño para cambiarme de ropa y después caminé hacia el comedor donde estaba Poché acomodando un par de platos con huevos y tocino, un plato con un poco de fruta y un vaso de jugo a un lado.
-Espero tengas hambre – dijo y después tomo asiento frente a uno de los platos y yo frente al otro.
-No te imaginas cuanta, se que ya te lo dije ayer pero de verdad gracias – dije mientras empezaba a comer al igual que ella. Al terminar ayude a levantar los platos ya que no me dejo ayudar a lavarlos limpie la sala – creo que es hora de que me vaya – dije una vez que terminamos de arreglar.
-Está bien – dijo – cuídate, me avisas cuando llegues a casa.
-Lo haré pequeña, lo prometo – dije para después salir de su casa y caminar hacia la mía y tal cual se lo prometí le mande mensaje en cuanto llegue, note que tenia muchos mensajes de Sebas pero no tenía muchas ganas de contestarle, me di una larga ducha y me puse lo primero que encontré en mi armario y me quede dormida.
---------------------------------------------------------------------------------
¿ALGUIEN DIJO 1K? ❤
¿ALGUIEN DIJO MARATÓN? ❤
Prometo que el próximo fin de semana habrá maratón.
GRACIAS ❤
ESTÁS LEYENDO
¿Siempre juntas?
FanfictionNunca imagine que alguien me podría hacerme sonreír con tan solo tenerla frente a mi. Calle y Poché tienen un futuro muy diferente al que ellas tenían pensado, ahora la vida de Calle le pertenecía a Poché y la vida de Poché le pertenecía a Calle aun...