Capítulo 30

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#Narra Calle

Mañana sería el cumple de Poché y las cosas estaban casi listas solo que Poché elegiría el orden de cómo sucederían sin que ella lo supiera y tenía una idea muy simple para ser sincera.

-Amor, tengo algo que preguntarte.

-¿Qué sucede? – ella seguía en su computador como siempre desde hace días al igual que yo con mi teléfono, pero yo tenía la justificación de que era para ver cómo iban los chicos con sus sorpresas pero ella nunca me daba la mas mínima pista de lo que estaba haciendo o lo que sucedía.

-Si tuvieras que poner en orden a los chicos, como los fuiste conociendo, del más importante o sin motivo alguno solo por mencionarlos, como los mencionarías.

-¿Y por qué la duda?

-Solo contesta por favor.

-Creo que sería Pau, Sebas, Mario y Johann.

-Perfecto – tome mi teléfono y mande un mensaje al grupo que tenía con los chicos, las cosas estaban listas.

"Va Paula primero, después Sebas, luego Mario y al último sería Johann" – Calle.

"¿Y por qué razón, motivo o circunstancia me dejo a mí al último?" – Johann.

"Ya no seas celoso, di que al menos te menciono" – Pau.

"Ja, ja, ja, muy graciosa Pau, seguro que fui el primero en quien pensó" – Johann.

"Realmente fue porque le dije que faltabas tú, pero tranquilo, tendrás tu momento" – Calle.

"No te creas, sabes que ella te aprecia mucho" – Calle.

#Narra Poché

Calle estaba pegada al teléfono y no paraba de reír, seguía sin saber lo que ella hacía pero prefería concentrarme en la computadora para no ponerme a pensar todas las boberías que últimamente pasaban por mi cabeza.

Durante la noche Calle se acostó muy temprano y eso se me había hecho demasiado raro, pero no dije nada, me acosté a su lado y como aun no tenía sueño decidí seguir editando el video que tanto me estaba costando, eran pasadas de las dos de la mañana y decidí que era momento de dormir, deje el mi compu en el mueble que tenía al lado y me abracé a Calle como siempre lo hacía. Al despertar mire mi celular y ya pasaban de las ocho, busque a Calle pero no estaba a mi lado, mire al baño y tampoco estaba ahí, salí de mi habitación y baje a la sala esperando encontrarme con alguien de mi familia pero parecía que todos habían desaparecido, fui hasta la cocina y en la mesa había un plato con un poco de huevo, fruta y un vaso de jugo junto con una nota.

"Debajo de tu cama encontraras una bolsa, pasó por ti a las diez.

Atte: Calle

Pd: espero te guste el desayuno"

Desayune y después fui hasta mi habitación nuevamente y me fije debajo de la cama y ciertamente había una bolsa negra un poco grande, dentro había una blusa roja junto con un short del mismo color y unos nuevos tenis blancos, realmente se veía increíble y lo que me había sorprendido es que había un conjunto de lencería negra, me metí a bañar y me puse lo que me habían dejado, me maquille y me deje el pelo suelto. A las diez en punto escuche la puerta de la casa abrirse y como alguien subía las escaleras, tocaron tres veces la puerta de mi habitación, abrí la puerta y ahí estaba Sebas con un ramo de rosas rojas entre sus manos.

-Buenos días señorita Garzón, el día de hoy me alegra decirle que yo seré el conductor designado para llevarla hasta nuestra primera locación.

-Buenos días, ¿y esas hermosas rosas?

-Bueno, aparte de ser su chofer designado también me han pedido que le entregue este hermoso ramo de parte de una personita muy especial tanto para mí como para usted junto con esta pequeña nota.

Tome el pequeño ramo entre mis manos y abrí la carta...

"Estaremos siempre juntas - Calle"

-Como veo que usted esta lista y hay algunas personas esperándonos es hora de partir.

Salimos de mi habitación y antes de salir de la casa puse las rosas en un vaso con agua y salimos.

-¿Puedo saber cuál es nuestro destino? – pregunte muy intrigada.

-Me han prohibido decirle pero sé que le gustara.

Después de un corto tiempo de estar manejando llegamos al restaurante donde Pau y yo nos habíamos conocido, Sebas estaciono el auto y entramos al restaurante, en él se encontraban mis padres, Paula, Mario, Johann y Calle. El lugar estaba decorado con globos y había un gran regalo en el centro de la mesa donde estaban todos.

Me acerque hasta ellos y uno a uno me fue felicitando, los dueños del lugar colocaron las mañanitas en las bocinas que había en el lugar y como no había más gente, no había quien se quejara, abracé a todos pero aun me faltaba Pau, ella se levantó de donde estaba y todos guardaron silencio.

-Hace ya algunos años que tengo la dicha de ser tu mejor amiga, se que hemos pasado cosas increíbles y a la vez horribles pero a pesar de todo agradezco que sigas siendo mi amiga y que el destino nos diera la oportunidad de cruzarnos, gracias por ser mi mejor amiga y nunca dejarme sola ante nada ni nadie. Muchas felicidades Poché.

Mis ojos estaban cristalinos y como no se me ocurría nada me acerque a abrazarla, ella me dio el regalo que había sobre la mesa y decidí abrirlo, adentro había una sudadera de cuero negra que había querido desde hace meses y ella lo sabía muy bien y también había unos pantalones negros rasgados que yo amaba.

Desayunamos todos y al terminar todos se levantaron y Pau me miro.

-Es hora de irnos.

-¿A dónde? – pregunte, me confundía mucho que todos supieran que iba a suceder después y a mí me tuvieran en blanco.

-Ya verás.

Con Pau duramos más tiempo en el auto pues parecía que de pronto manejara en círculos y después de al menos cuarenta minutos llegamos a la playa y de igual manera había una mesa, y al centro había un regalo, ahora era Sebas quien comenzaba a hablar.

-¿Recuerdas como nos conocimos? – yo solo asentí con mi cabeza – fue en la playa, un lugar hermoso, un día muy caluroso y éramos apenas dos niños, recuerdo como tú caminaste hasta mí y me dijiste que te prestara mi pelota y yo te dije que no, recuerdo que me hiciste comer arena y desde ese momento te convertiste en alguien súper importante para mí y ni siquiera la distancia pudo con nosotros, eres mi pequeña hermana y te adoro.

Lo abrace y me entrego el regalo que había en la mesa y adentro había un peluche pequeño y unos tenis que yo amaba Gucci, Mario traía una bocina pequeña y puso música, yo decidí cambiarme ya que mi madre traía ropa para mí y todos, incluyendo a mi familia nos metimos al mar a disfrutar.

¿Siempre juntas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora