Capítulo 41

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#Narra Calle

No podía creer que ya habían pasado cinco años desde que me había mudado para Madrid, todo había sido porque mi padre había decidido comenzar con un nuevo socio e iba a necesitar estar cerca de él y ver como progresaba la empresa que estaban sacando juntos, al año de mudarnos todo fue mejorando demasiado rápido y mi padre notaba que el negocio salía a flote con seguridad así que me dijo que algún día yo tendría que continuar y que tenía que estudiar administración de empresas, este año había terminado al fin los estudios, las empresas estaban en sus mejores momentos este año y mi padre junto con su socio habían decidido poner una nueva empresa en Bogotá, mi padre me había dicho que yo quedaría a cargo de la esa empresa, lo que significaba que tenía que mudarme de regreso, al saberlo me había enamorado de la idea pero mi padre y su socio tenían un plan para mí. El socio de mi padre tenía un hijo un par de años mayor que yo y mi padre quería que me casara con él para que la empresa sea de un solo dueño y evitar problemas, tengo que aceptar que realmente es un chico muy guapo pues lo había conocido desde hace un año ya, pero realmente aun pensaba en Poché, mi vida había cambiado completamente y mis padres habían estado vigilando lo que hacía durante más de un año hasta que les demostré que no volvería a comunicarme con ella ni con ninguno de los chicos y por más que intentaba olvidarla, no lograba hacerlo, durante meses lloraba toda la noche y no quería comer nada pero a fin de cuentas logre superar las cosas.

El día de hoy llegaría a Bogotá para ponerme a cargo de la empresa junto a mi futuro esposo, quien también viajaba conmigo, siendo sincera ni siquiera me había pedido matrimonio todavía debido a que apenas nos conocíamos pero conociendo a nuestros padres no tardaría más de un mes.

En otras noticias mi hermana seguía viviendo en Bogotá, ella no había querido mudarse debido a que ya tenía a un novio y próximamente se iban a casar, mi padre la convenció de que la boda fuera en Madrid y hoy en día ella tenía una hermosa bebe de un añito a la cual solo había visto pocas veces debido a la distancia y cuando llegamos a Bogotá, Juan Pablo y yo nos dirigimos a casa de mi hermana, ella nos daría refugio mientras comprábamos un apartamento para ambos, por ordenes de nuestros padres.

Llegamos alrededor de las ocho a la casa de mi hermana y ella nos saludo con un abrazo a ambos.

-Te extrañe demasiado hermanita.

-Y yo a ti Juli, ¿Dónde está Sasha?

-En su habitación con mi esposo, ahorita bajan.

-Por cierto él es Juanpa, el hijo del socio de papá.

-Un gusto conocerte, Calle no paraba de hablar de ti durante todo el camino y de su hermosa sobrina.

Después de eso bajo Rafa el esposo de mi hermana con la bebe en brazos, nos saludo también y después me presto a Sasha para poder cargarla.

-¿Les apetece ir a cenar?

-Nos encantaría, en realidad morimos de hambre – conteste yo.

Decidimos ir a un restaurante cerca de la casa de mi hermana que no fuera tan elegante y todos cenamos hasta quedar satisfechos, Juli nos dijo que tenía que ir a ver algo del trabajo junto a Rafa y nos encargo a la bebe y aceptamos, nos dieron las llaves de la casa y en este momento amaba el hecho de que el restaurante no quedara tan lejos de la casa. Durante la mitad del camino yo había estado cargando a la bebe y como se había quedado dormida le pedí a Juan que la llevara el resto del camino por mí a lo cual el acepto, unas cuantas casas después alguien choco conmigo y ambas caímos al piso.

-Mierda – dijimos las dos al mismo tiempo.

-¿Estás bien? – Me pregunto el chico que iba a mi lado – nos es por nada pero qué bueno que habías decidido darme a la bebe antes.

-Estoy bien tranquilo, que suerte la nuestra – Juan me ayudo a pararme y voltee a ver a la chica con la que había chocado.

-Yo, lo siento, de verdad llevaba un poco de prisa y no vi por donde iba, de verdad lo lamento – ella seguía sin levantar la cara debido a que se estaba sacudiendo la ropa.

-No te preocupes todo está bien – mire su mano y note que llevaba un hermoso anillo de compromiso – hermoso anillo por cierto.

-Gracias, justamente me lo acaban de dar – en ese momento aquella chica levanto la vista y me di cuenta que era la persona con la cual llevaba soñando volver a ver desde el primer día que me había ido.

-Pues... muchas felicidades.

-Calle.

-Hola, Poché.

#Narra Poché

-Jacobo, yo...

-Se que quedamos en que empezaríamos desde cero pero en verdad deseo poder estar contigo.

Voltee a mi alrededor y todos las personas presentes en aquel restaurante estaban muy atentos a lo que yo estaba próxima a decir y sin pensarlo simplemente conteste.

-Me encantaría ser tu esposa Jacobo.

Él se paro y me beso, me puso el anillo y todos los espectadores comenzaron a aplaudir, ambos terminamos el postre y él se ofreció a llevarme a casa pero le dije que tenía que ir a otro sitio y aparte yo traía mi propio carro y siendo sincera lo único que quería era pensar en lo que acababa de suceder, había aceptado casarme con Jacobo, subí a mi carro y conduje por un rato, después decidí ir a casa de Pau y caminar un poco pero iba tan despistada que solo veía el suelo, hasta que termine en él.

-Mierda – dije al igual que la chica con la que había chocado.

-¿Estás bien? – Escuche que alguien le preguntaba a la otra chica – nos es por nada pero qué bueno que habías decidido darme a la bebe antes.

-Estoy bien tranquilo, que suerte la nuestra – me sentí mucho peor al saber que pude haberle hecho daño al bebe que traían así que empecé a disculparme.

-Yo, lo siento, de verdad llevaba un poco de prisa y no vi por donde iba, de verdad lo lamento – ya me había levantado del piso pero seguía sin saber con quién había chocado debido a que me estaba limpiando.

-No te preocupes todo está bien – dijo aquella chica – hermoso anillo por cierto – al escuchar eso sonreí y voltee hacia ella.

-Gracias, justamente me lo acaban de dar – dije para después quedarme congelada al ver la chica que estaba frente a mí.

-Pues... muchas felicidades.

-Calle.

-Hola, Poché.

No podía creer lo que me estaba pasando hoy, todo era una completa locura e imagine que sería una jugada de mi cerebro pero no era así, ella estaba parada frente a mí, mire al chico que estaba a su lado y era muy apuesto y cargaba una hermosa bebe en sus brazos.

-Calle, tenemos que irnos, es tarde y la bebe puede enfermar.

-Cierto, yo... adiós.

-Adiós – dije simplemente para después hacerme a un lado y dejarlos pasar, no sabía que había pasado conmigo, durante cinco años había esperado este momento y solo me había quedado congelada sin decir palabra alguna, pero al parecer ella me había superado y olvidado puesto que ya tenía una hija junto a ese chico.

¿Siempre juntas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora