¿Siempre juntas?

Capítulo 47

#Narra Poché

Minutos después de terminar de leer entro Vale, yo no tenía palabras, me había desconcertado mucho y siendo sincera lo que más me sorprendía es que Vale supiera donde estaba Calle todo este tiempo y nunca me dijo, no podía enojarme con ella, sabía que ella era muy fiel cuando de una promesa se trataba y la verdad no lograba asimilar todo de una vez.

-¿No estás enojada verdad?

-No, de ninguna manera.

-Yo, sé que a lo mejor te debí de haber mostrado mucho antes esta carta, debí decirte donde estaba y que ella te amaba mucho pero no podía.

-Hey, no tienes porque sentirte mal, de alguna manera me agrada que seas tan fiel y que sepas cumplir tus promesas.

-¿Vendrás conmigo?

-¿Disculpa?

-Mañana Calle va a estar en el parque abandonado a las afueras de la ciudad, su lugar favorito de ambas, pienso ir, ¿quieres venir conmigo?

-¿Cómo sabes que ese es nuestro lugar favorito?

-Hace mucho tiempo me lo dijiste.

-¿Y aun lo recuerdas? Que memoria la tuya. Pero no lo sé, lo mejor es que no vaya.

-Anda, por favor, ven conmigo.

-Está bien.

Después de eso ambas nos acostamos y yo en realidad no pude dormir demasiado pensando en sí de verdad debería ir con ella o dejar que todo pasara y seguir con mis planes.

Al despertar Vale ya no estaba a mi lado, baje a la cocina y mis padres estaban platicando junto con mi hermana.

-¿Cómo dormiste bella durmiente?

-Bien gracias, oye Vale, tengo que irme ahora, tengo un par de cosas que hacer por casa pero pasare por ti a las cuatro, ¿te parece?

-Perfecto.

Me despedí de todos en casa y prometí volver esta noche para cenar todos juntos y que si ellos me permitían me quedaría otra noche con ellos a lo cual aceptaron con una sonrisa.

Llegue a casa y lo primero que hice fue ducharme, desayune un poco de huevo con salchicha y me puse a mandar un par de correos que tenía pendientes de las empresas y al terminar mire el reloj y ya pasaban de las tres, tome el auto y maneje hasta casa de mis padres.

-Vale, sal estoy afuera.

-Va, no tardo, dos minutos.

Vale salió e íbamos vestidas casi de la misma forma, un short blanco y una blusa negra junto con unos tenis blancos, ambas nos volteamos a ver y nos reímos.

-Al parecer pensamos igual – dijo ella, yo solo me reí y arranque.

Dure veinte minutos manejando hasta llegar al lugar donde Calle y yo veníamos cada que podíamos, el lugar había cambiado completamente, ahora todo se veía mucho más hermoso, los arboles habían crecido, las bancas se veían un poco más viejas pero eso le daba un toque aun más lindo, ambas miramos para todos lados sin tener respuesta hasta que vi justo al punto donde Calle solía decir que era un lugar perfecto para leer y que nadie te viera.

Comencé a caminar con Vale muy cerca de mí y con una cara de no saber qué pasaba hasta que llegamos a aquel árbol que ahora era enorme y como imaginaba Calle estaba sentada del otro lado en la sombra con los ojos cerrados.

Tenía pensado quedarme ahí al lado de ella sin hacer el más mínimo ruido, durante todo este tiempo deseaba poder volver a verla, estar frente a ella justo como ahora, y en este momento no tengo ni la más mínima idea de que hacer, hasta que Vale decidió hacer de las suyas y aventarse a Calle, yo me escondí detrás del árbol en cuanto escuche que se quejaba por el peso de Vale.