Facción antes que Sangre - Vkook

Capítulo 38

— Suga... — pienso en voz alta rezando a quien sea para que haya sobrevivido. Sé que pudo ser peor, sé que pude haberlo matado, disparándole en la cabeza o el pecho pero igual, se ha de haber desangrado mucho y quizá haya muerto... No lo sé, no quiero pensar en ello.

Taehyung me mira y por lo visto me oyó.

— ¿Pasa algo? — pregunta ladeando la cabeza.

— Yo... le disparé a Suga. — contesto tragando saliva. Estoy nervioso y quiero llegar a Abnegación de inmediato pero a la vez no quiero ir nunca.

Todos en el vagón se me quedan viendo pero mi hermano, Jin y Kwan retiran la mirada. No les ha de interesar en lo más mínimo. Taehyung se tensa incómodo y Yong-Ul se limita a bufar rodando los ojos.  Ha de estar pensando en como fue que llegué a dispararle a uno de mis mejores amigos.

— Fue en la pierna. — aclaro con una presión fuerte en el pecho y Tae se relaja, dejando escapar un suspiro de alivio.

— Estará bien entonces. — me contesta acariciándome la nuca.

— ¿Y si no? ¿Y si murió? Si murió, será mi culpa y... — empiezo alterado pero el me calla con sutileza.

— Shh, no sabemos nada aún. Tendremos que investigar. — dice como si tratara de consolarme sin embargo sabe que, por un lado, mis suposiciones no son del todo equivocadas.

Llega el momento de saltar y todos nos levantamos para prepararnos. Jin y Namjoon son los que saltan primero cayendo torpemente en el suelo. Los sigue Yong-Ul quien cae accidentalmente encima de su brazo herido y una pequeña parte de mí se siente feliz por su sufrimiento.

Kwan cae casi tirado por Taehyung quien lo empujó bruscamente al exterior. Él y yo saltamos a la vez y al levantarnos luego de rodar un poco, miramos juntos como el tren se aleja en una curva hacia otro complejo.

Veo los resultados de la guerra frente a mí y no es nada agradable, me enferma, me hace querer gritar de histeria y me hace querer tener a Seo Hoon frente a mí para matarlo lentamente dolorosamente para que sufra por todo lo que ha causado.

Las imágenes de los cadáveres de los abnegados se quedan grabados en mi memoria, puedo notar que algunos soldados osados también han muerto y no me interesa saber la razón ahora. Lo único que quiero es encontrar a los que me importan para saber que están bien.

Doy un paso pero casi caigo por lo que Taehyung me agarra y coloca mi brazo alrededor de sus hombros y avanzamos abriéndonos paso por la calle. Los demás van caminando detrás de nosotros y no me produce nada de confianza saber que Kwan y Yong-Ul están ahí y podrían hacernos cualquier cosa.

Me detengo un poco y me vuelvo para verlos. Mi hermano y Jin se paran confundido echándose una mutua mirada. Sin moverme de mi sitio, por fin hablo con una voz más venenosa de la que quería.

— Ustedes dos, vayan al frente.

— ¿Y por qué? ¿Por que tú lo dices? — replica Yong-Ul en tono molesto y Taehyung saca una pistola de sus pantalones apuntándole.

— Lo vas a hacer si no quieres que te meta un balazo en la cabeza. Y tú también. — dice hablándole a su padre. Se ve tan amenazante como cuando era instructor y tiene ese temple duro. Verlo así, enfrentando a su padre, me llena de una buena sensación.

Kwan y Yong-Ul caminan hasta quedar frente a mí y de inmediato retomamos el camino para ir por las calles con la mínima esperanza de encontrar siquiera los cuerpos de mis amigos, ya que, siendo realistas, el hecho de volver a verlos con vida es casi nulo así que tendremos suerte si los encontramos en éste mar de muerte y cadáveres.