Facción antes que Sangre - Vkook

Capítulo 49

— ¿Por qué lo preguntas? — ¿tan evidente es que hice de pasivo en la madrugada? De seguro Jimin le fue con el chisme, enano desgraciado.

— Caminas raro, pareces un pingüino. Y si preguntas, sí, Jimin me contó el chisme. — lo sabía, ese engendro se las ganará conmigo.

— Dongsaeng. Ven aquí. — me habla Namjoon sentado desde el suelo.

Jin se hace un lado y deja un espacio en medio para que yo me coloque en medio de ellos. Ambos me hacen la seña para que me agache. Yo encojo los hombros y termino acomodándome tratando de disimular un poco el dolor. Maldita fogosidad, joder.

— Así que... ¿Eso era lo que hacías cuando el resto se fue a dormir? — cuestiona Nam hyung. Que vergüenza que tu hermano te interrogue sobre tus intimidades.

— S-sí hyung. — respondo con la voz a punto de quebrarse. No puedo evitar esconder la cara entre mis manos, quiero que la tierra me trague, estoy tan incómodo.

— Tranquilo Jungkook, no te avergüences. Algún día iba a suceder. — dice Jin mientras da unas cuantas palmadas a mi espalda. — Si te sirve de consuelo, cuando le pasó a tu hermano, se puso tan nervioso que perdió el juicio en un examen y todos se burlaron de él.

— Oye, eso no se divulga. Y no perdí el juicio, simplemente estaba nervioso por... por no haber estudiado. Sí, eso. — se excusa Namjoon y río sonoramente. No lo creería de él siendo que parece tan experto pero si Jin lo dice, ha de ser verdad.

Destapo mi rostro y los miro a los dos. Después observo a Suga que se ríe en silencio, no me había fijado que tiene la pierna inmovilizada. El remordimiento vuelve a invadirme y pierdo la sonrisa.

— ¿Saben dónde está Jimin? — trato de distraer la atención de mí. Quisiera saber en que lugar se encuentra ese liliputiense chismoso.

— Según él, fue a robarle comida a los abandonados porque no le gustó que le dieran espárragos enlatados. — responde Suga dirigiendo la vista hacia el lugar de donde vine, esperando a que Jimin aparezca.

En lo que él llega, observo con sumo detalle mi entorno. No es realmente acogedor.

El piso es de madera vieja y cruje con cada paso, por más ligero que sea. Las paredes no se han pintado desde hace muchos años y tienen manchas de varios tipos. El sillón donde Suga se encuentra sentado se le salen los resortes por los lados y la tapicería está dañada.

Honestamente no se puedee esperar mucho considerando que es un edificio viejo poblado por abandonados. Unas risillas traviesas me sacan de mis pensamientos y aparecen J-Hope y YoonJi sonrientes a más no poder. Me pregunto porqué se ven tan radiantes.

— ¡Hola! — saluda un sonriente J-Hope que le echa una mirada a todos los presentes.

— ¿Qué tal amanecieron? — pregunta YoonJi observando sobre todo a Suga quien se acomoda y aclara la garganta para responderle.

— No mejor que ustedes hermanita. Se los ve muy felices.

— Digamos que la madrugada estuvo... entretenida. — confiesa ella descaradamente y rodea a J-Hope con su brazo para agarrarlo por la cintura.

Nadie responde más que con risas cómplices y no puedo evitar tragar saliva. Tengo que hablar con Tae para arreglar nuestro pequeño lío, no podemos estar peleados, no ahora.

Luego de una breve conversación nada productiva pero algo interesante, Jimin por fin aparece con cinco latas de comida y tiene un gesto de impresión sumamente marcado. Avanza y al vernos reunidos deja salir bastante aire, supongo que ha estado tenso y se ha aliviado con solo mirarnos.