Todos los años excepto éste, he ido a la ceremonia de iniciación de Abnegación. Los iniciados, que se pasan treinta días haciendo servicio comunitario antes de convertirse en miembros, se sientan todos juntos en un banco.
Uno de los miembros mayores lee el manifiesto de Abnegación, que es sobre olvidar el egoísmo y procurar alejarse de los peligros de la egolatría.
Después, todos los miembros mayores lavan los pies a los iniciados. Para finalizar, hay una comida en la que todo el mundo sirve a la persona que tiene a la izquierda.
En Osadía no lo celebran así.
El día de la iniciación hace que Osadía sea presa del caos y la demencia. Hay gente por todas partes y, a mediodía, casi todo el mundo está ebrio.
Me abro paso entre ellos para conseguir comida y llevármela al dormitorio. Al menos, aquí está tranquilo.
Me quedo mirando el plato de comida; he echado a toda prisa lo que lucía mejor y, ahora que lo observo con atención, me doy cuenta de que es una pechuga de pollo, un cucharón de guisantes y un trozo de pan oscuro. Igual a mi última cena de abnegación.
Suspiro: soy una abnegado. Es lo que soy cuando no pienso en mí; es lo que soy cuando me ponen a prueba; es lo que soy incluso cuando parezco ser valiente.
¿Estoy en la facción equivocada?
Al pensar en mi antigua facción me tiemblan las manos, ya que debo advertir a mi familia sobre la guerra que planea Erudición, pero no sé cómo.
Encontraré el modo, aunque hoy no, hoy tengo que concentrarme en lo que me espera. Cada cosa a su tiempo.
Como eligiendo por turnos un trozo de pollo, unos guisantes, un bocado de pan y así sucesivamente.
Da igual cuál sea mi facción en realidad, dentro de dos horas caminaré por la sala del paisaje del miedo con los otros iniciados, atravesaré mis temores y me convertiré en osado.
Es demasiado tarde para arrepentirse.
Cuando termino, escondo la cara en la almohada. No quiero dormirme pero lo termino haciendo y me despierto hasta que Jimin me sacude el hombro.
— Eh, Kookie. Hay que irnos— me dice, está "nerviosonado" como diría él.
Me restriego los ojos y bostezo. Los
otros iniciados están en el dormitorio atándose los cordones, abrochándose las chaquetas y sonriendo como queriendo dar a entender que no pasa nada.Me hago peino el fleco y me pongo la chaqueta negra con la cremallera subida hasta el cuello. Pronto terminará la tortura, pero ¿podremos olvidar las simulaciones? ¿Volveremos a dormir bien, a pesar de los recuerdos de nuestros miedos? ¿O conseguiremos olvidarlos hoy todos, como se supone que debe ser?
Vamos hasta el Pozo y subimos hacia el edificio de cristal.
Levanto la mirada para ver el techo transparente. No veo la luz del sol porque hay suelas de zapatos tapando cada centímetro del cristal que tenemos encima. Sigo subiendo las escaleras con Jimin, y la multitud me ahoga. Tengo a Suga y Jimin delante, y a J-Hope y YoonJi detrás. El calor de tanto cuerpo junto hace que me cueste respirar, y noto que el sudor se me acumulan en la frente. La multitud se abre un poco y logro ver qué es lo que hay en el centro: una serie de pantallas en la pared de mi izquierda.
Oigo vítores y me paro para ver las pantallas. En la de la izquierda hay una chica vestida de negro que está en la sala del paisaje del miedo: Jennie. La veo moverse con los ojos muy abiertos, aunque no sé a qué se enfrenta.
Gracias a las Deidades, la gente de aquí fuera tampoco verá mis miedos, sino tan solo cómo reacciono ante ellos. En la pantalla del centro se ve su pulso. Se le acelera durante un segundo y después baja. Cuando alcanza un ritmo normal, la pantalla se pone verde y los osados gritan. En la pantalla de la derecha se ve su tiempo.
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Facción antes que Sangre - Vkook
FanfictionEn un futuro indeterminado, en la ciudad de Seul, se encuentra un confundido abnegado llamado Kim Jung Kook que se encuentra en la inercia de elegir la facción que se convertirá en su nueva vida. Tomando una decisión sorpresiva para todos, no solo t...