Almas Destinadas ♥ | Dylan O'Brien y Tu|

Capitulo 47

Narra Dylan.

— Dylan, despierta — escucho su voz.

— ¿____?— me levanto inmediatamente de la cama.

— ¿Quién más va ser? — sonríe

— Tu...— dije sin palabras.

— Yo... — hace un gesto de confusión.

—¿Esto es real?— pregunto.

—¿Qué dices?— toma mi brazo.

— ¡Estas viva!— dije con una enorme sonrisa en el rostro.

— Claro que lo estoy — vuelve a sonreir — ¿Por qué no debería de estarlo?

— No, es que solo tuve un mal sueño, eso es todo — dije y tome su mano.

— Esta bien — dijo y aprieta mi mano.

— Espera un momento — y vuelve a su gesto de confusión — ¿No deberías estar en Italia?

— ¿Acaso quieres que me vaya? — preguntó.

— No, no, por su puesto que no...— y claro que no quería que se fuera ni ahora y nunca — Perdóname lo que te voy a preguntar, ¿Qué haces en California? — relaja su rostro.

— Solo quería estar más tiempo contigo, no soportaba la idea de estar lejos de ti...— yo solo me acerco lo suficientemente a ella.

— No sabes cuanto te necesito — rozaron nuestras narices.

— Yo también te necesito y demasiado — cierra los ojos al igual que yo y beso finalmente sus labios.

Al abrirlos ella ya no estaba aquí.

— ¿_____? — hablo y no contesta mi llamado — ¿_____? — la vuelvo a llamar, pero nuevamente no me contesta.

Me había dado cuenta que solo había sido una fantasía mía. Nuevamente.

Narra Enzo.

— ¡Dylan!— Grita lo suficientemente para despertarme a mi y a Aida.

Salí de la cama y fui corriendo a la habitación de aquella chica 'Sin nombre'. Enciendo la luz inmediatamente.

— Hey, tranquila... solo fue un sueño — ella se encontraba sentada.

— Parecía ser tan real — junto sus rodillas para poder ocultar su rostro por un momento.

— ¿Acaso recuerdas algo? — y niega con la cabeza — ¿Entonces quien es Dylan?

— No lo sé — alza nuevamente su rostro

— Hace dos noches que mencionas ese nombre — dije preocupado.

Y es que si, aquella chica desconocida ya tiene dos semanas viviendo con nosotros, al segundo día, después de que la encontramos la llevamos al medico. Había dicho que solo era cuestión de esperar que recuperara la memoria, en si lo demás estaba en buenas condiciones.

Mis pensamientos son interrumpidos por la voz de la desconocida.

— Pues ese tal Dylan parece ser alguien importante para mi o lo solía ser — dijo con la mirada perdida.

No sabía que responderle

— Solo vuelve a dormir — dije y ella asiente y se vuelve acomodar.

Apago la luz de su habitación y me dirijo nuevamente, al entrar a mi habitación Aida se encontraba despierta.

— ¿Otra pesadilla? — preguntó.

— Si, y nuevamente volvió a mencionar ese nombre... Dylan — me acomodo en la cama.