Almas Destinadas ♥ | Dylan O'Brien y Tu|

Capitulo 41

Narra ____

— bien. Te dejé el número de tu papá y el mío en la cocina, en cualquier caso de emergencia nos llamas y nosotros regresaremos de inmediato — habló mamá

— si mamá — contesté

— bueno ... Me despido de tí, cuídate mucho

— Mamá, solo son tres días. Estaré bien — le mostré una sonrisa

— Esta bien....

— Ella estará bien, en ocasiones la hemos dejado a solas — comentó papá

— lo sé, pero eso fue en México...

— Les prometo que estaré bien, y para que te quedes más tranquila mamá, llamé a Kaya para que se quede a dormir esta noche conmigo. Así que vayan tranquilos, me llaman cuando lleguen ¿De acuerdo? — dije

— Esta bien, nos vemos dentro de tres días — dijo mamá y se despidió de mi

— Hasta luego hija. Pórtate bien— dijo papá

— Lo haré — dije y se fueron.

Entre al edificio tranquilamente hasta que alguien me habla y giré sobre mi talones

— hey, habíamos dicho que nos veríamos más tarde — comenté

— Lo sé, pero me emocioné tanto que decidí llevarte de compras —. Dijo Kaya

— Mira como estoy, además tengo muy poco dinero ahorrado — dije

— Sabría que me ibas a decir algo así, corre ve a cambiarte, yo invito — dijo

— De acuerdo — dije

Entramos al edificio para darme el cambio de ropa. Después de unos minutos salí de mi habitación y le dije Kaya que nos fuéramos.

Tomé mi motocicleta y fuimos al centro comercial.

[...]

— Bueno, ¿Por donde quieres comenzar? — preguntó Kaya.

— No lo sé, hace tiempo que no venía de compras — dije y Kaya comenzó a reír y también lo hice

— Te ayudaré — dijo

— Gracias — dije y en ese momento me jaló y me llevó a una tienda que ni si quiera era de ropa, más bien era tienda de deportes.

— Oye Kaya... — me interrumpió

— A cabo de ver a Tu novio con Thomas y Ki — comentó

— Oye que bien — iba salir de la tienda pero me detuvo

— ¿A caso estas loca? — dijo

— No, ¿Por qué no quieres ir con ellos? — pregunté

— Después del campamento le hice un broma a Thomas y a Ki y en cualquier momento se pueden vengar de mi — dijo aterrorizada

— Bueno ese no es mi problema... — bromeé

— no, no te vayas, además vienen acompañados — dijo mirando tras el cristal.

— ¿Qué?, Eso es una tontería.

— No lo es, traen varias bolsas — dijo.

— Vamos a saguirlos y quiero saber quién es su acompañante — la Tomé del brazo.

Iban cruzando la puerta principal y apareció la acompañante que por cierto era una mujer... Pero ya grande.

— Kaya — le hable