Diez años. Después de diez largos años ahí estaba. Frente al gran imponente edificio en forma de T ahora un poco más moderno.
Definitivamente todo ha cambiado. Garfield sigue igual de dulce, pesado y amable que siempre, solo que por fuera es todo un hombre. Un hombre como seis centímetros más alto que ella. Igual que Jaime. Kori luce exactamente igual de bella que en el pasado. Con esa imponente figura, ese cabello ahora un poco más largo y esos ojos iguales de dulces. Ahora un poco más mayores. Y Donna sigue igual, un poco más alta, ya que no le dió tiempo a conocerla.
Según le informó por Skype, ahora y Dick Grayson están casados y tienen un hijo. Jaime está prometido y Logan, para su sorpresa, estableció una relación con Donna Troy.
Todos han avanzado a su modo.
Después de sumergirse en esos pensamientos, agarró más fuerte la maleta y avanzó dudosa hacia lo que hace diez años fué su hogar.
Cuando llegó Starfire la recibió con un cálido abrazo que ella aprovechó. Añoro a su hermana. Hacía muchos años que no la veía. También aceptó el abrazo de los demás. Incluso algunos tenían los ojos llorosos. Sin embargo, en el lugar de donde vino, no la enseñaron a llorar más.
-¿Fue bien el viaje? - le preguntó Garfield.
Casi diez horas de avión no es que le hiciesen bien.
-Bien, gracias.
-Guau, Rachel, cómo has crecido.
-Coincido, ya no eres la misma chica de quince años que despedimos - comentó Kori entre risas observándola.
-Los años pasan factura.
-¿Cómo estuvo Alemania?
-Bien. Muy europea.
-¿Hacía mucho frío?
"¿Enserio me preguntan eso...?"
-Bastante.
Después de tres largas horas preguntándole sobre Alemania y cómo le fue, la dejaron irse a descansar a su habitación.
-Te preguntaría como estuvo Alemania... -se giró sorprendida al escuchar una voz familiar tras ella, en verdad se desilusionó al ver que solo era Grayson, y cogido de su mano, un niño de ojos verdes y pelo negro de unos cuatro años sonriente - pero supongo que estarás harta de que te pregunten eso... - sonrió.
"No ha cambiado nada... "
-Grayson... -sonrió.
-Vaya. Estás preciosa Raven. Cuánto tiempo - se acercó soltando la mano del niño y la abrazó paternal.
-Y este es... - dijo al soltarse.
-Aiden Grayson, supongo que Kori ya te habrá hablado de él.
-Sí. Es clavado a vosotros.
El niño la miró mostrando una sonrisa. Realmente clavado a Kori.
-Has... ¿mantenido contacto con él -
-No- lo interrumpió volviendo a ponerse fría.
-Bueno. Te aviso de que vendrá mañana.
-Lo sé. Sin... remordimientos.
-Bien. Te dejo descansar, Rachel. Hasta mañana - sonrió con calidez y se alejó por el pasillo, hacia las voces de fondo de sus antiguos compañeros.
Suspiró recordando lo sucedido hace diez años y se coló en su antigua habitación ahora convertida en un cuarto de invitados.
No podía dejar de pensar en él. Esa sonrisa. Esos ojos esmeraldas profundos que siempre la miraban con empatía y cariño. Y ese beso desde el pasillo. Y una rabia la invadió y la hizo levantarse de la cama en busca de airear sus pensamientos.
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PÁGINAS CORTAS
FanfictionPequeñas historias que algún día se olvidaron en mi cabeza One shots Damirae