¿UNA FAMILIA? III

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Lo único que se escuchaba era el sonido de las ruedas deslizándose por el asfalto.
El silencio palpitaba en el ambiente.
Con Damian al volante respirando pesadamente  y Rachel en el asiento del copiloto perdida en el paisaje de la ventana. Respirando débilmente reprimiendo las lágrimas que se alborotaban en sus ojos.

No podían tener algo de los dos.

-Rachel -  la llamó el aclarandose la garganta rompiendo el tortuoso silencio.

Rachel volvió la cabeza hacia su esposo sorbiendose la nariz antes de mirarlo a los ojos.

-Lo siento - digeron a coro - No. Lo siento yo.

-Es mi culpa, Damian - la mujer volvió la cabeza hacia delante y miró sus manos. A las finas y largas franjas azules y violetas de sus manos que se veían nítidas gracias a su pálida piel - Por mi maldita sangre demoníaca - escupió sintiéndose una mierda en ese momento.

Damian volvió la cabeza hacia su mujer con ojos enfadados.

-No digas eso más, Rachel - dijo firme - Ni se te ocurra pensar que esto es culpa tuya - volvió a la carretera girando el volante.

-Pero lo es...- musitó lo suficiente alto para que la oyera.

-No lo es, Rachel.

-¿Ahora que hacemos...? - susurró con la voz angustiada. Sintiendo cómo las lágrimas se deslizaban por su rostro rápidamente.

De pronto sintió como una mano suave limpiaba el rastro de lágrimas de su mejilla izquierda para volver de nuevo al volante.

-Damian - la chica volvió a mirarlo a los ojos, cómo él - Damian- levantó la voz - ¡Damian, la carretera!

Damian reaccionó y volvió la vista a la carretera. Unos faros lo cegaron por unos segundos acompañados de un fuerte y largo claxon. Un camión enorme se abalanzaba hacia ellos. Torció el volante brusco y lo esquivó por poco. Volviendo tras unos tambaleos y unos claxons de fondo a su ritmo normal.

Damian dejó la mano en el hombro de su esposa, que había puesto instintivamente, unos minutos de silencio en los que trataban de recuperar el aliento.

-¿Estás bien? - volvió al tono suave y preocupado que solo utilizaba con ella.

-Sí - tragó saliva mientras Damian apartaba el brazo - Estoy bien. Deberías estar más atento.

-No sé lo que vamos a hacer, Rachel...










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