Estaba tan confundida y perdida que no tuvo mejor opción que beber. Beber tanto para olvidarse de lo que había pasado. No tanto para caer insconciente, pero si para no saber ni como se llamaba.
Y cómo se arrepentía...
Las botellas vacías de diferentes bebidas alcohólicas se agrupaban a su alrededor a un ritmo alarmante.
Era tarde. Rondando por un var casi vacío a las una de la noche. Una chica indefensa, ebria y triste. El blanco perfecto. Al menos eso parecía.Rachel se sentía patética.
Su corazón se había roto en mil pedazos. Y ni siquiera sabía por qué.
Otra botella más.
Quizás era el simple hecho de que estaba jodidamente enamorada de su líder ¿Que otra explicación podría haber? En cuanto los vio besándose todo calló a sus pies.
Él se apartó en cuanto la vio. Pero a ella le dolió igual.
Salió corriendo de la sala de entrenamiento ignorando la mirada confundida de su líder y la satisfecha de la arquera.
Y ahí acabo. Sentada en un taburete de un bar cutre con alcohol en las venas en vez de sangre.
Al menos su "otro yo" se había callado.
Como se lo agradecía...
Quizás podría enfrentar a Queen. O besar a Damian. O quizás cambiar su nombre y huir en un moto a Seatle.
Ups. No tenía moto.
Definitivamemte estaba borracha.
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PÁGINAS CORTAS
FanfictionPequeñas historias que algún día se olvidaron en mi cabeza One shots Damirae