Al despertar, fui por una taza de café, la misma preparación de todos los días; café, leche y dos de azúcar. Me senté en el sofá enfrente de la televisión, honestamente no me recuerdo la última vez que vi televisión, pero no estaba de ánimo de eso. Tome mi café comencé a recordar el día que conocí a la escoria.
Flashback
Faltaban justamente dos meses para las elecciones y mi padre y su competidor acordaron tener una cena con sus familias, para mí era la idea más estúpida, pero para mi padre era todo lo contrario, el de mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos mucho más cerca, era su metodología favorita.
Estaba terminando de alistarme, llevaba unos jeans azul marino, una blusa negra, cartera negra y por supuesto mis botas favoritas.
Mi madre me llamo que bajara que era tiempo de ir de irnos, recogí lo necesario y lo coloque en mi cartera, en la sala no se encontraban mis padres, pensé que se habían ido sin mí, pero la señora de servicio me informo que ya ellos estaban en el carro, agradecí a Julieta y fui directo a la salida para entrar en el auto. No abrí bien la puerta de carro cuando mi padre me dijo:
-Te ves muy informal.
-Agradece que he venido.
-Katherine respeta a tu padre.- comento mi madre mientras se ponía labial.
-¿Para que ustedes planificaron esta cena? ni siquiera te agrada el señor Harrison.-
-Escúchame bien Katherine, tu estas aquí porque los Harrison van a llevar a su hijo y necesito que le saques información, sin quejas ni pretextos.
-Pero... sabes que, está bien, si ganas me iré a vivir sola, tenemos un trato?
-Trato.
-No estoy de acuerdo con eso.- Dijo mi madre.
-Eso es decisión de Katherine, ella es mayor de edad, además un trato es un trato.- dijo mi padre concluyendo la conversación.
Mi padre era un hombre un poco intimidante, cuando era más pequeña recuerdo a mi padre como un súper héroe, pero desde que entro en la política se volvió en una persona más amargada, fría pero muy astuta, él podría enfrentarse a cualquier reportero y siempre salir ganando, cuando gano la senaduría de New York todo cambio en nuestras vidas, dando aportes tanto negativos como positivos, mejor situación económica, mejor casa, mejor escuela, todo dio un cambio drástico incluyendo a mi padre.
No me gustaba la idea de ser una espía, pero si mi padre ganaba me podría ir a vivir sola y esa idea me fascinaba. No conozco al hijo del señor Harrison pero he escuchado que es todo un playboy y que no le importa nada, ni los sentimientos de nadie.
En camino al restaurante pude observar la cuidad, sus edificios iluminados, las personas caminado con sus audífonos puestos y parejas agradas de mano. El auto se detuvo frente al restaurante Eleven Madison Park, había venido antes con mis padres, su comida es exquisita, fresca y tenía una increíble vista al Madison Square Garden, era un sitio muy fino y exclusivo, con paredes grandes y anchas de color crema y enormes ventanales, el restaurant está repleto de personas, pero había una mesa con vista al parque que tenía un letrero de reservado que supuse que era el nuestro y me sospechas eran correctas un camarero se nos acercó y nos indicó que esa era nuestra mesa.
ESTÁS LEYENDO
De puerta a puerta
Teen FictionKatherine era una joven que le gustaba ser discreta, pero ser hija del alcalde de una de las grandes cuidades del mundo no ayuda. Ella decidio tener un poco de independecia y todo iba bien hasta que un camion de mudanza estaba frente a su edifi...