Maldigo, la persona que invento las alarmas, no puede haber un ruido más molesto. Me siento en mi cama, y observo que estoy arropada con una delgada sábana blanca, lo que encuentro muy raro, porque siempre duermo con la corcha que esta puesta en mi cama, pero lo más extraño, es que lo último que recuerdo es estar observando la cuidad en la mecedora de la azotea.No tengo jaqueca, y tampoco tome tanto, pero no sé cómo llegue a mi departamento y mucho menos a mi habitación.
Acostada no tendría ninguna respuesta, así que me pare y tome mi teléfono, note que había algo, cerca de mi lámpara de noche, era un post its que tenía algo escrito:
"Aun me debes algo."
Todo tiene sentido ahora, había olvidado a Dom, y como hui, pero como él sabía que yo estaba ahí, solo una persona sabe qué subo en momentos de estrés, y esa persona es, LENA, no puedo creer que me haya hecho eso, pero me va escuchar esa flaca.
¿A qué se refiere Dom de que le debo algo?, yo no he tomado nada de él.
Voy al baño, para comenzar con mi rutina, cuando me veo en el espejo, no recuerdo haberme puesto este T-shirt y mucho menos haber ido a cornell university. Pero, mi vecino si fue, no recordaba habérmelo puesto antes. Claro, me di un abofeteada en la frente, es el T-shirt que me presto cuando me quede a dormir en su casa, no recordaba que lo tenía.
Mi teléfono vuelve a sonar. Era Robert, eso es raro, él no me llama tan temprano.
-Hola.- mi voz sonaba un poco ronca.
-Katherine, querida, necesitamos que vengas ya a la oficina.- su tono era neutro.
-¿Paso algo?- pregunta angustiada.
-No, solo necesitamos que firmes unos papeles para unos publicistas.
-Ahhh ok, estaré allá en un momento.
Nunca había terminado de arreglarme tan rápido como lo hice ese día, y mucho menos de llegar en tan poca cantidad de tiempo a la oficina.
Betty me informo que me estaban esperando en la oficina de Robert. Cuando entre, estaban él y su asistente en una posición un poco comprometedora,
-Lamento interrumpir, pero me llamaste por algo, y aquí estoy.- digo con un tono frio.
- Si Katherine.- me pasó los documentos.- fírmalos.
-Los leeré primero y te lo hare llegar con Betty.- dejo su oficina y voy a la mía, quería ir temprano a mi departamento, estoy agotada de ayer, necesito una siesta.
Después de analizar cada detalle del documento lo firme y lo mande con Betty como le había dicho a Robert. Me puse a trabajar en la computadora ver mis correos.
Mi puerta se abre, Betty sabe que odio que entre sin tocar.
-Betty sabes que tienes que tocar antes de entrar.
-Sabes que a mí no me mandas, jovencita.
Mi corazón dejo latir por unos instantes, escuchar su voz me pone nerviosa, al quitar la vista de la computadora, se encontraba mi padre frente a mi escritorio.
-¿Qué haces aquí?- trate de hablar con la mayor seguridad posible.
-Ya que tú no me visitas, ni atiendes mis llamadas, vine a verte.
-Ohhh, ahora eres atento conmigo, ¿a qué se debe tu repentino cambio?
-Quiero una mejor relación contigo, así que te vengo a ofrecer un trato.- Toma asiento en una de las sillas que esta frente a mi.
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De puerta a puerta
Teen FictionKatherine era una joven que le gustaba ser discreta, pero ser hija del alcalde de una de las grandes cuidades del mundo no ayuda. Ella decidio tener un poco de independecia y todo iba bien hasta que un camion de mudanza estaba frente a su edifi...