Elige el que quieras.- dice Dominic refiriéndose a que escogiera el four wheel de mi preferencia. Habían de todos los modelos y de varios colores.
-Este.- dije señalando uno de color negro con detalles amarillos.
-Pues ese será.- sonrío.Dominic, Lena y Kyle se encontraban en la caja llenando unos papeles mientras yo me encontraba sentada debajo de un abanico.
Aunque estuviera en shorts estaba sudando.
-Lista.- se acerca Lena a mí.
-Sí.
-Para llegar a la casa de cambio tienes que doblar a la derecha, se encuentra casi al final de la calle.- me da las indicaciones.
-¿Por qué me la dices a mi?, sabes que soy mala con las instrucciones.- me pongo de pie.
-Ya se lo dije a tu rubio de farmacia. - me guiña un ojo y le hace seña a Kyle para que vaya donde ella está. - Nos vemos en un rato.-me dijo antes de entrar en la Jeep.
Kyle iba en el four wheel detrás de ella, luego de unos segundos ya se habían desaparecido de mi vista.-Lista.- Dom me mira con esa estúpida sonrisa que tanto me gusta, mientras mueve las llaves entre sus dedos.
-Estoy poniendo mi vida en tus manos, Harrison.- Él se sienta en la moto que seleccioné hace unos minutos. Ajusta su mochila y le da palmaditas al asiento para que me siente.
-No confías en mí, amor.- No pude evitar ruborizarme, es la primera vez que me dice amor. Sé que la cosas con Dominic han sido un poco rápidas, él ha cambiado tanto de mí en tan poco tiempo, él hizo ir esa parte estirada en mi persona, me hizo sentir que tengo una vida por delante, que no todo es trabajo y mantener una imagen para el ojo público.
-No, para nada.- le digo pasando mis brazos por su abdomen y abrazándolo lo más fuerte posible.
-Zanahoria, no me dejas respirar.- suelta una risa. Aflojé un poco los brazos.- Yo tampoco me tendría confianza.- se voltea a mirarme.- Es la primera vez que manejo una de estas cosas.- dice arrancando.
-¡¿QUÉ?!! - grito.
-Estoy bromeando. -vuelve a reír.
-Eres un idiota.- apoyo mi cabeza en su espalda.
-Pero me quieres así.- me salió una sonrisa inesperada. Creo que esa es nuestra frase. Esa es nuestro Okay.
Cuando sentí que nos deteníamos, separé mi cabeza de la espalda de Dom.
-Llegamos.-dice el apagando el motor y poniéndose de pie.- Espérame aquí. - caminó hacia un local de color azul, tenía un letrero pero lo único que entendí fue la palabra dólar.Del otro lado de la calle había un pavo real con las alas abiertas. Es la primera vez que veo uno en persona. Tomé mi celular del bolsillo trasero de mi short y le tome unas fotos.
Aproveché la luz y el paisaje para tomar una cuántas selfies. Dom llegó rápido y se coló en mis fotos dándome un beso en la mejilla, sonreí instintivamente mientras él me colocaba sus manos en mi cara.
-Ahora tus fotos quedaron más lindas.- toma asiento delante de mí. - Yo también debería tomarme algunas.- sacó su celular del pantalón, trató de sacarme del panorama de su selfie, pero para que vea que el karma is a bitch, me colé en sus fotos besando su mejilla, pero él movió la cara y terminamos besándonos, fueron unos besos cortos, pero llenos de pasión y deseo.
-Te quiero.- dice en mis labios. Me alejé lentamente. Pero no pude responderle lo mismo, aunque lo quisiera. Su mirada se tornó triste y volvió a encender el motor.
-Aquí están. - dice Lena tras el timón. Kyle la abrazaba por la cintura.
Lena es la combinación perfecta entre fashion y sport. Siempre está regia, mentiría si dijera que le he visto una arruga a una de sus ropas, es la persona más activa y apasionada por los deportes y todo lo que tenga que ver con adrenalina.
-¿Cambiaste el dinero?- pregunta Kyle.
-Claro, muffin.- le tiró un beso a su amigo.
-Prometiste no volverme a llamar así.- Kyle se ve molesto y algo triste por ese "apodo".
-Muffin.- Lena mira extrañada a su novio. -Muffin.- vuelve a repetir.
-Es una larga historia.- dice éste acomodando sus lentes de sol.
Claro que no.- Habla Dom.- Según tu novio.- señala a Lena- Él hace los mejores muffins, nos hizo unos a mí y a Jacob, que aún tengo pesadillas con ellos. Estaban tan malos que cuando él los probó vomitó.
-Que buen amigo eres.- Kyle indignado le saca el dedo.
-Que tal si seguimos haciendo cuentos en la playa, donde estaré bajo una palmera con un coco en mano.- sugiero.
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De puerta a puerta
Novela JuvenilKatherine era una joven que le gustaba ser discreta, pero ser hija del alcalde de una de las grandes cuidades del mundo no ayuda. Ella decidio tener un poco de independecia y todo iba bien hasta que un camion de mudanza estaba frente a su edifi...