-¿Haz visto mi t-shirt?- El busca por toda la manta hasta que lo encuentra en la arena.
Le sacudo la arena y me lo pongo.
-Nunca pensé que mi primera vez en la playa sería con Katherine Mickelson.- Besa la parte trasera de mi cuello.
-Bueno, Nunca pensé que sería novia de Dominic Harrison y aquí estamos.- Digo poniéndome en pie.
-Que lindo sonó eso.- Dice copiando mi acción. Y depositando un corto beso en mis labios. -¿Estas lista para irnos?
-Tenemos que recoger todo esto.- le digo.
-No tenemos que recogerlo, tranquila, las personas de mantenimiento lo harán.
-Ok.- Digo dudosa.
Él comenzó a caminar, pero aún tenía la mano tendida para que la tomara, pero yo tenía otras intenciones, corrí y tome impulso para poder saltar en su espalda, me aferre a su cuello y a su cintura con mis piernas. Él al asimilar la situación colocó sus manos debajo de mis piernas para poder sostenerme.
-Estas loca Zanahoria.- ríe.
-Pero me quieres así.
-Touché.
Caminamos, bueno mejor dicho Dom caminó conmigo encima hasta que llegamos al lobbie.
-Necesito hacer pis.- Dice un desesperado Dom.
-Puedes esperar, no se cual de todas estas llaves es la de esta puerta.- En ese instante el pomo de la puerta giró y Dom me dio un pequeño empujón para poder entrar.
Fui a la cocina, al recordar el helado que había guardado en el congelador. Tome una cuchara y me senté en la encimera.
El que ha dicho que los helados de häaguen daz no son los mejores seguro que tiene problemas mentales.
-¡Ese es mi helado!- Reclama el rubio.
-¿No puedes compartir con tu novia?- Nunca pensé que le diría eso a Dominic.
-No soy de compartir.- se colocó entre mis piernas.- Solo porque eres tú.- Toma la cuchara que tenía en la mano y comienza a comerse su helado.
Acaricio su pelo rubio, me encanta su corte, es bajito en la parte inferior y largo en la superior.
-Yo también quiero helado.- Me quejó.
-Con una condición.- Pone esa sonrisa pícara que me vuelve loca.
-Yo compre ese helado.- Retiro mi mano de su pelo.
-Pero es mío.- Come otra cuchara.- Y si quieres de mi helado tienes que jugar bajo mis reglas.
-¿Qué quieres Harrison?- el sabe que soy competitiva, por eso lo hace para provocarme.
-Un beso.- sus ojos van directo a mi labio y luego suben lentamente hasta mis ojos.
Me acerco a él y deposito un corto beso en la comisura de su labios y me aleje lentamente.
El toma la cuchara y la acerca a mi boca, cuando me la iba a comer, el devuelve la cuchara y se la come.
-¿Qué te pasa?- Me moléstela su acción.
-Te he pedido un beso.- sube su mano por mis brazos y eso me provoca escalofríos.- Tú me has dado una caricia.
-Eres necio.- Si que lo es.
-Pero me quieres así.- Está usando mis palabras.
-Touché.
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De puerta a puerta
Teen FictionKatherine era una joven que le gustaba ser discreta, pero ser hija del alcalde de una de las grandes cuidades del mundo no ayuda. Ella decidio tener un poco de independecia y todo iba bien hasta que un camion de mudanza estaba frente a su edifi...