"Dejame sola"
"No hagas esto"
"Estoy embarazada"
"Te amo"
"Deja de seguirme"
"Creo que me enamoré"
"Dejame amarte"
"Acepto"
"Esto no esta bien"
"No necesito tu ayuda"
"Soy un desastre"
"¿Porque a mi?"
"No quiero volv...
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Carmella deja descansar su cabeza recostandola por una de las paredes del camerino.
La noche anterior había sido más que agotadora, la rubia había cruzado el puente de Brooklyn para nada, su mejor amiga se había ido, otra vez.
La rubia solo esperaba que esté bien, que regrese y le den una explicación porque hasta ahora, lo único que sabían ella y su primo, es que supuestamente no podía hacer feliz al bicolor
-Tierra llamando a Mella- Dice su rubio amigo empujándola ligeramente.
-Déjame en paz- Suelta la rubia.
-Wow, necesitas acción en tu vida- Dice Tyler -Conozco quien puede dártelo.
-¿Que? No, no necesito eso, solo estoy cansada, anoche crucé el puente de Brooklyna pie... con tacones- Explica la pelirrubia.
-¿Y se puede saber por qué hiciste tal cosa?- Pregunta su amigo.
-¿Recuerdas a mi acosador?- Dice Mella haciendo que el rubio asienta frenéticamente, interesado por lo que diría -Anoche me dijo que sabía dónde estaba Paige y me hizo cruzar el puente de Brooklyn.
-Dime que no la encontraste.
-Eres un mal amigo y no, se había ido para cuando llegamos.
-No soy un mal amigo, quiero seguir viendo a tu primo por aquí- Se defiende el rubio.
-¿Sabes que? Iré por un café, lo necesito- Dice Carmella para luego salir del bar.
Que lindo día- Piensa Mella con ironía.
La rubia decide salir de su trabajo para poder relajarse y decide ir al café bar que por tanto tiempo trato de evitar.
Con una sonrisa en el rostro, la rubia entra a aquel local, pidiendo un batido con mucho azúcar.
Sabiendo que el pelinegro le entregaría la orden, Mella hace su camino a una de las mesas más alejadas del local.
Una vez sentada allí, espera a la aparición del tatuado.
-Mella.
La pelirrubia voltea a la mención de su nombre pero al ver a tal hombre acercarse a ella hace que todo su cuerpo se congele.
-Dean- Dice la fémina con la mirada seria al verlo sentarse frente a ella -No estas borracho, que raro.
-Quiero hablar contigo- Dice el castaño ignorando el comentario -Quiero arreglar lo nuestro.
