Neblina. (Myungyeol)

La ciudad flotante

Habíamos empacado todo ya, Myungsoo se veía mejor aunque podía observar la culpabilidad en su rostro, él se mantenía a una considerable distancia de mí y eso me dolía, no sabíamos que había sido lo que le sucedió la noche anterior, Minsuk afirmaba que eso no le había sucedido a lo largo de cien años aproximadamente, era muy cuidadoso, calculador y sobre todo, tenía un gran autocontrol. Las cosas estuvieron listas por la mañana alrededor de las 6:00 AM, Mizuki aún se encontraba dormida y el taxi vendría a recogernos a las 7:00, el vuelo directo a Italia saldría a las 8:20.

-¿Myungsoo?

Murmuré mientras dejaba la última maleta al pie de la puerta, observando a Myungsoo mirar por una de las ventanas el aún oscuro cielo, me acerqué lentamente hasta él, palpando su espalda mientras recargaba mi rostro en esta.

-Por favor no me seas indiferente, ¿tienes idea de cómo me duele?

-Lo lamento, es solo que, no entiendo que me paso.

-¿Quieres hablar de tu sueño?

Myungsoo parpadeo repetidas veces mientras se giraba a mirarme, suspirando antes de acariciar mis mejillas.

-Había sangre, bastante sangre, solo recuerdo imágenes, imágenes fugaces que vienen a mi mente, hilo, agujas, tu rostro, y alguien me hablaba, pero no recuerdo que decía ni quien era.

Aquello sonaba más que terrorífico para mí, yo no sabía de estas cosas, pero sabía que algo andaba mal en Myungsoo. Negué repetidas veces antes de abrazarlo con fuerza.

-Todo estará bien Amor.

Murmuré antes de besar su mejilla.

-¿Me acompañas a desayunar?

Dije tratando de sonar lo más tierno posible, mirando sus ojos con terneza, acto que hizo sonreír por primera vez en horas a Myungsoo.

-Vamos.

•~•

Apreciaba bastante la privacidad que Minsuk y su padre nos otorgaban a mí y a Myungsoo, ellos viajarían en otro avión más tarde. Estaba nervioso, jamás me había subido a un avión y realmente no sabía que esperar de ello, suspiré pesadamente mientras sostenía bien a Mizuki entre mis brazos, acariciando su pequeña cabecita de la cual poco a poco comenzaban a brotar pequeños y delgados cabellos color negro.

-Mira, haz sacado el cabello de tu padre.

Myungsoo sostenía entre sus manos un libro de pasta gruesa, el cual cerró y dejó de lado mientras ajustaba su bufanda roja, la cual contrastaba perfectamente con aquel abrigo color gris oscuro. Sonrió y se acercó a besar mis labios amorosamente, haciendo que varias miradas entorno a nosotros se hicieran presentes.

-Será igual de guapa que yo entonces.

-¡También soy lindo!

-Claro que si Yeollie.

Reí con levedad mientras miraba al ajeno, recargando mi cabeza en su duro hombro.

-¿Cuanto tardaremos?

-Aproximadamente de 9 a 10 horas, dependiendo de si hay tráfico aéreo o no.

-Mmm. Amor.

-¿Si?

Me lo pensé varias veces antes de preguntar, sabía que Italia era ese país en forma de bota, pero no lo conocía para nada no sabía dónde quedaba que.

-¿Donde está Venecia?

Myungsoo me miró risueño mientras sacaba el celular de su bolsillo, colocando un mapa de Italia en la pantalla para después hacerle zoom.