Sensación

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Había llamado a la oficina temprano, de acuerdo a la información que mi señor padre me otorgó, no habría nadie del cuerpo policiaco hoy en el instituto, así que decidí que lo más conveniente sería ir ahí a investigar. Un chico no desaparece así como así, puede haber demasiados factores, así como también pudo ser cosa del azar que el chico fuese víctima de algún asalto, pero en todo caso el chico estaría bien, y aunque hubiese sido un asalto a mano armada y le hubieran hecho daño, un asaltante no se lleva el cuerpo de su víctima. ¿Secuestro quizá?, mmm, podría ser, el chico pertenecía a una familia rica, pero, ¿por qué secuestrarlo a él y no al hijo legítimo?, o ¿será acaso Lee Sungjong el autor intelectual de ese supuesto secuestro?, ¿lo habrá desaparecido para impedir que se llevará sus preciados millones?, Mis conjeturas cada vez encajaban más con mi primer y hasta ahora único sospechoso.

-Joven hemos llegado.-Observé al taxista y luego el exterior por la ventana, el instituto estaba lleno de chicos que llegaban a sus clases, saqué un par de billetes de mi bolsillo y se los di al taxista.

-Quédese con el cambio.-Sonreí y salí del taxi, escuché como este se alejaba detrás de mí mientras me acomodaba mejor mi abrigo.  Observé un par de segundos a todos esos adolescentes reír, bromear y decir una sarta de estupideces que solamente ellos entendían, jamás podría convivir con estos chicos. Saqué mi celular y marqué, sonó varias veces antes de que respondieran.

-Sungyeol yo...

-Sungkyu necesito tu ayuda.

-Dime que no estás en..

-Estoy en la entrada, no traigo placa y no creo que me dejen pasar así nada más.

Silencio en la línea. Mierda, siempre me pasaba esto cada que salía con ideas que a los demás no les agradaban. Quizá no entendía que hacía aquí, o quizá estaba molesto por interrumpirlo, seguramente estaría en clase, pero esto era importante.

-Ashh maldita sea, ¿que quieres que haga?.-Lo escuché hablar con resignación, Sungkyu era un gran amigo, lo conocía desde hace años, desde que su madre y la mía se conocieron en su taller de cocina, después de eso me encontraba acompañando a mi madre a visitar la casa de Sungkyu y él acompañando a la suya para ir a la nuestra. Al principio no nos llevábamos bien, siempre me decía que era un niño extraño, incluso años después cuando ya éramos muy buenos amigos me decía que debía asistir a la preparatoria como un chico normal, pero siempre me negué, alguien como yo no necesitaba ir al instituto, yo tenía mi vida hecha, nunca podría llevar el ritmo de una normal como la de él y sus amigos, o como la de esos adolescentes estupidos que lo único que saben es embriagarse y tener sexo sin control. A pesar de nuestras diferencias, siempre estuvo conmigo, lo cual siempre le agradecí ya que él técnicamente es el único amigo que tengo.

-Solo necesito que me ayudes a entrar.-Observé a los alrededores, a decir verdad para no ser un instituto privado era muy lindo, árboles enormes, arbustos y jardineras con flores adornaban los costados de la entrada.

-Espérame ahí, ahora voy.-Colgué el celular y lo guardé en el bolsillo de mi abrigo, odiaba ponerme abrigos largos, pero mi madre siempre me hacía usarlos, más en esta época del año en la que el frío estaba en su máximo. Me quede ahí esperando, los chicos habían dejado de llegar, la acera se encontraba más que vacía, y el frío aumentaba cada segundo hasta el punto en que llegaba a calarte en los huesos, Sungkyu se estaba demorando mucho en llegar, yo diría que al menos habían pasado 15 minutos desde que lo llamé, observé mi reloj, 7 minutos, el tiempo si que se pasa lento cuando menos lo quiere uno.

Estaba a punto de llamar nuevamente cuando tuve una extraña sensación, me giré en dirección a la calle, mirando la acera del otro lado de esta, el silencio era inquietante, ni un alma presente, ni el ruido de los autos en las calles vecinas. Comencé a caminar lentamente hasta la calle, escuchando el eco de mis pisadas sobre el pavimento, parándome pocos segundos después en medio de esta, observando a ambos sentidos, nada. Me llevé una mano a la nuca y me rasque confundido, ¿que era esto?, se sentía extraño, se sentía pesado, sofocante. Las nubes comenzaban a posicionarse sobre mí, acompañadas de un fuerte viento que me hizo ajustarme aún más el abrigo, el ruido de las hojas de los árboles se hizo presente. Miré al cielo mientras el viento azotaba contra mis cabellos y mi rostro de forma salvaje, ¿que rayos?.

Neblina. (Myungyeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora