Una extraña desaparición es el principio de una serie de sucesos desafortunados que guían al oficial Lee Sungyeol a indagar sobre la causa de estos mismos, obstáculos y eventos fuera de lo común le harán acercarse cada vez más al famosísimo y presti...
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Observaba fijamente las pinturas conforme Myungsoo me hablaba, los rostros de aquellas personas me miraban desde cada marco, haciéndome sentir incómodo pero intrigado por ello, el tapiz rojo resaltaba los encuadres dorados sin una pizca de polvo.
-Entonces, esa de ahí es la señora Margaret.
Señalé a una mujer de cabellos rojos.
-Así es, ella murió hace muchos años, tuberculosis, su muerte fue algo trágico para Fabrizio.
Me giré y observé al ajeno conforme seguía bebiendo de mi copa de vino, no entendía su actitud, él era Tan solitario, me había dicho que su única familia eran sus hermanos y su padre, ¿por qué mentirme?
-Tienes una enorme familia.
-No soy parte de esta familia.
-¿Por que esa tip... mujer... te dijo Alessandro?
Myungsoo tragó en seco y sonrió conforme negaba, caminando por la habitación para detenerse junto a un piano, Tomó asiento y comenzó a tocar conforme me observaba.
-¿No te agrada cierto?
-Hace falta decir que no.
Myungsoo Rió mientras me observaba, negando mientras volvía la vista al piano.
-La conozco desde antes de que nacieran mis hermanos y el de ella, somos los más grandes aunque yo soy más grande que ella, los vampiros somos obsesivos Yeol, tenemos una fijación por algo, cada quien encuentra la suya, la mía por años ha sido la de buscar y vaciar almas jóvenes, y la suya.-Sonrió mostrando sus hoyuelos, levantando su mirada mientras hacía sacudir sus cabellos hacia atrás.-Soy yo, siempre fui yo.
Me sentía molesto, bastante molesto, pero a la vez intimidado, por que si era verdad eso que decía, entonces ella tenía muchísimas ventajas sobre mí, un simple humano.
-¿Ella te gusta?
-No, no puedo bebérmela, eso me causó rechazó desde hace mucho tiempo hacia ella, ademas, yo te amo a ti Sungyeol.
Una sonrisa se dibujó en mis labios mientras le miraba.
-Entonces.
-Mis abuelos decidieron llamarme así, pero mi padre me dio otro nombre cuando regresó por mí, después de varios años él volvió a Italia y consiguió casarse con una mujer bien parecida y que era cercana al círculo familiar de mi familia materna, para ese entonces mis abuelos ya habían muerto.
