Neblina. (Myungyeol)

Traje negro

-¿Que está pasando aquí?

Taeyeon gritó detrás de mí mientras me seguía de cerca bajando las escaleras.
El descanso estaba por terminar y yo desde luego no pensaba perder a mi objetivo, busqué en mi bolsillo y saqué mi celular, marcando el número de Sungkyu.

-Alo..

-¿Donde?

-Está yendo en dirección al teatro, corre o...

-Gracias.

-¡Oye!..

Corté la llamada y una vez en el primer piso me dirigí hacia un pasillo por la derecha, deteniéndome al recordar que no sabía dónde estaba el dichoso teatro. Me di la vuelta y la observe parada al pie de las escaleras mirándome extraño.

-Ven, te necesito.

-¿ahora me necesitas?, ahh mira.

Dijo con ironía mientras avanzaba hacia mí cruzándose de brazos.

-¿Quien eres y qué haces aquí?

-Te lo explicó todo después, ahora dime dónde está el teatro.

Suspiró pesadamente mientras me daba una rápida mirada, señalando el pasillo que hacía segundos estaba recorriendo.

-Al fondo a la izquierda hay unas escaleras, bájalas y llegaras a un cubículo, la primera puerta es la sala de danza, la segunda la de piano y la tercera es el teatro.

-Ven conmigo.

Tomé su mano y tiré de ella, caminando con rapidez por el sitio hasta llegar a la puerta, escuchaba su respiración agitada detrás de mí.

-Eres un mandón.

Sonreí dandole después un ligero empujón a la puerta para después comenzar a bajar.
Una vez llegamos al fondo me dirigí a la puerta indicada, soltándola mientras observaba el teatro con algunas personas sentadas al frente dando órdenes y otras con atuendos extravagantes sobre el escenario escuchándolas.

-Si buscas a Sungjong, tendrás que entrar por la puerta del costado, él está atrás.

Murmuró con suma molestia mientras sobaba su muñeca, ya tendría tiempo para disculparme después.
Asentí repetidas veces mientras caminaba con sigilo hasta la puerta, abriéndola cuidadosamente para después adentrarme al pasillo, escuchando un sin fin de murmullos, llegando así a un enorme cuarto con espejos y ropa con un par de personas dentro.

-Recuerda, el traje estará listo para el lunes pero por favor ya no bajes más de peso, es el segundo arreglo que le hago en el mes y no son para nada baratos sabes.

Observé sus finas facciones, su delgado cuerpo y sus cabellos morados. Que pésimo gusto.
Se encontraba dándole indicaciones a una chica frente a él mientras sostenía una brocha de maquillaje en una de sus manos, la chica asintiendo ante cada una de sus palabras.

-Lo siento, pero es que me siento un poco gorda.

-Oh vamos nena, eres una estrella si, mírate al espejo, anda ve.

La chia sonrío y asintió emocionada para después ir hacia el espejo.

-Oye tú.

Llamé en voz alta, logrando captar así la atención del menor mientras me analizaba con la mirada, mirándome de reojo para después volverse a la chica.

-¡Te estoy hablando!

-Disculpa, estoy ocupado si, sí gustas hablar con gusto haré un espacio en mi agenda el siguiente año.