Placer carnal y amor consumado

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Myungsoo me había sacado la ropa por completo, mi cuerpo se encontraba recostado boca abajo sobre aquellas mantas de seda y algodón color vino, mi cabeza descansaba del lado derecho sobre un gigantesco almohadón de plumas largo, uno que fácil podría cubrir una cama matrimonial por si solo. Sus labios se acercaron a mi oído izquierdo, acariciando este en un roce tan delicado que apenas podía sentirlo, su aliento chocaba contra mí, haciéndome sonreír por ello mientras posaba su índice izquierdo sobre la línea que divisaba mi espalda, colocando así uno a uno sus cuatro falanges sobre mi piel para después recorrer lenta y suavemente esta, mi carne se erizaba al contacto con sus dedos, un cosquilleo se apoderaba de la zona por la que pasaban, haciéndome arquear con levedad la espalda conforme me giraba lentamente sobre el almohadón para quedar frente a frente, se encontraba decúbito de forma lateral, mirándome fijamente conforme llevaba mi diestra hasta su pecho, recorrí este con dedicación, sonriendo tontamente mientras bajaba poco a poco por su abdomen, admirando su hermosa y lechosa piel. Myungsoo se acercó a mí y yo por inercia cerré los ojos esperando un beso, pero en lugar de eso recibí una pequeña aunque afectuosa muestra de cariño en la cual su nariz y la mía se rozaban mimosamente, aquello me hizo reír levemente, esto mientras él bajaba lento por mis hombros hasta llegar a mi omóplato, besando este repetidas veces mientras bajaba por mi espalda hasta llegar a una de mis nalgas, la cual acarició con su pulgar después de haberla cubierto con su mano, el recorrido de besos continuó por mi espaldar, suaves, delicados y cariñosos, suspiros y sonoros sonidos salían sin avisar por mi boca, mi piel quería más de aquel armonioso contacto, mi bello se erizaba poco a poco, sus labios acariciaban mi cuerpo mientras su mano descendía por mi muslo, repitiendo la caricia con solo su pulgar.

-Myungsoo.

Jadee inevitablemente conforme aferraba mis manos al almohadón, Myungsoo subió nuevamente hasta quedar a la altura de mi rostro, besó mis labios y me giró sobre el tendido, sus ojos brillantes y llenos de deseo se fijaron en los míos, mi respiración poco a poco comenzaba a alterarse, ver a ese hombre totalmente desnudo a un costado mío jugando de esta forma tan erotica conmigo me excitaba demasiado, Myungsoo se acercó a mí y posó su frente sobre la mía, sonriéndome con esos hermosos dientes blancos mientras acariciaba una de mis mejillas hasta llegar a mi mentón, sus hoyuelos se marcaban suavemente sobre la carne de sus mejillas.

-Levanta tu cabeza.

Susurró amorosamente, sabía perfectamente que sonreía por la cara de embobado que seguro tenía al no poder dejar de mirarle, pero es que quien en su sano juicio no lo haría, era espléndido, era hechizante, me atrapaba totalmente. Eché mi cuello hacia atrás suavemente, dejando que el ajeno besara este, trazando así un camino de besos por mi pecho hasta llegar a mi abdomen, los sonidos seguían escapando por mi garganta, buscando salir y ser escuchados por la persona que los provocaba, no pude evitar bajar mi diestra hasta sus cabellos, acariciando y jalando estos con suavidad mientras bajaba la vista hasta donde se encontraba, su cabeza se movía al ritmo de la serie de besos que dejaba por mi cuerpo hasta llegar al huecesillo sobresaliente en mi pelvis, mordió este suavemente y enseguida se irguió sobre sus rodillas para tomar mi pierna derecha y elevarla a la altura de su hombro, sosteniéndola bien con su zurda y acariciando el interior con la diestra, cerró los ojos y acarició con sus labios mi muslo. Esa zona en especial me provocaba un cosquilleo que recorría enteramente mi cuerpo, haciéndome dar pequeños saltitos debido a los temblores, me hacía erizar la piel y jadear de placer.

-Myungsoo.

Él dejó mi pierna en su respectivo lugar lentamente mientras yo jadeante abría los ojos despacio, sintiendo mi pecho subir y bajar arrítmicamente conforme sus propios ojos, brillantes y llenos de amor se encontraban con los míos, sus dedos de la mano derecha recorrieron mis labios suavemente, acariciando y explorando estos con suavidad, haciendo de aquel roce algo tan intimo. Sentía la presión en mi miembro cada vez más, haciendo evidente mi ya pronta erección.

Neblina. (Myungyeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora