El día había llegado, los nervios de mi hermana estaban casi por explotar. La noche anterior tuvo vomito y un dolor de cabeza terrible, el día de hoy solo era el dolor de cabeza y aun así sentía que yo moriría si algo salía mal. Primero, mi hermana había decidido cambiar los colores de los vestidos de sus damas a rojo, dijo que el dorado era demasiado elegante y que el rojo era el color favorito de Marcus, así que pasamos por un momento de crisis antes de que los vestidos fueran cambiados de color. Por suerte, los arreglos si podían ser dorados.
— Solo respira, no podemos terminar de maquillarte si sigues moviéndote — pedía una de mis tías horas antes de la celebración.
— Siento que me falta el aire — decía Alina.
— Lena, ve por otra botella de agua por favor — asentí ante la petición de mi tía.
Salí de la habitación en busca de la sexta botella de agua. El lugar donde se celebraría la boda estaba repleto de gente yendo y viniendo, gente que trabajaba en el lugar, algunos familiares que serían padrinos, damas y caballeros de honor y claro esta que los familiares más cercanos a los novios. Solo faltaban algunas decoraciones por colocar en el que sería el altar, algunas luces en la pista de baile que hacían falta arreglar y los centros de mesa.
Prácticamente estábamos listos para la gran noche, pero preocupados por los inconvenientes que pudiese haber, por suerte, mi hermano ha estado todo el día ayudándome a revisar cada detalle. Solo faltaban tres horas para que todo comenzara, pero él insistió en ayudar desde muy temprano. Dice que le ayuda a no pensar en su problema con mi mejor amiga, un problema que tenemos pendiente todavía.
— Lena, este hombre dice que hay problemas en la cocina— dijo mi hermano, llegando junto a mí.
— ¿Qué sucede? — pregunté a aquel hombre bajito con sombrero de chef, debía ser el encargado del banquete.
— El novio es el problema — declaró — Ha rechazado la cena.
— ¿Cómo dice? — fruncí el entrecejo.
— Vino a mi cocina y dijo que a la sopa le faltaba sal, que el pan no estaba lo suficientemente crujiente, que al postre le faltaban fresas y que la carne parecía cortada de un caballo. ¡Un caballo!
Miré a Jerry y negué con la cabeza.
— Yo lo arreglo. ¿Puedes llevarle una botella de agua a Alina? — le pedí a Jerry y él asintió.
El chef me llevó hacia la cocina y lo peor que pudo haber ocurrido, sucedió. Marcus estaba haciendo un drama en las cocinas por la cena, gritaba que todo estaba mal y acusaba a todo mundo. Claramente los nervios le afectaron de una manera diferente a Alina, por su especialidad, la comida.
— ¡Marcus! — grité para que se callara — ¡Tienes que calmarte!
— ¡¿Cómo quieres que me calme si todo esta mal?!
— ¡Vamos afuera! — señalé la salida de emergencia.
— ¡No quiero salir! — negó — ¡Quiero otra maldita cena!
Y después de que arrojara un plato al suelo y lo rompiera en mil pedazos, hice lo que cualquier persona haría. Lo tome de la corbata y lo saque a rastas de la cocina. Cuando ambos estuvimos afuera, él dejo de gritar que todos eran unos inútiles, lo solté de la corbata y lo tomé del cuello de la camisa.
— Marcus ya relájate — pedí jalándolo de adelante hacia atrás — Estas nervioso.
— Estoy furioso — corrigió entre dientes.
— No puedes entrar a la cocina y gritarle a todo el mundo, Marcus.
— ¡Son unos idiotas que no saben hacer una sopa! — gritó con más fuerza — ¡Todo se irá a la mierda!
![](https://img.wattpad.com/cover/122684507-288-k555166.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Puedo reparar tu corazón
Roman d'amourLena MacRay nunca imagino que su vida se tornaría oscura y fría en el momento en el que perdió a sus padres con tan solo 18 años. Una gran decepción y un gran golpe al corazón la hizo apagar todo rastro de sentimientos hacia las personas del mundo e...