Puedo reparar tu corazón

27. Se cierra la puerta

Nada volvió a ser como antes, nada salió como habíamos pensado alguna vez, podría decir que viví las peores últimas semanas en la universidad, con mi familia fue un gran progreso, difícil, pero grande.

¿Por dónde comienzo? Tal vez por la noticia a Anne y a Theo, que, aunque estuvieron aquel fatídico cumpleaños, tuvieron la reacción más sorprendente de todas.

Flashback

Mi hermano me había devuelto mi celular después de algunas horas, fue cuando pude responder a sus muchas llamadas y mensajes.

— ¿Quieren ordenar algo? — nos preguntó la chica del café.

— Si... tres cappuccino — respondió Theo por los tres — Gracias.

La chica miró extraño a mis amigos, que no despegaron su mirada de mí en ningún segundo, yo le sonreí amablemente antes de que se fuera toda confundida.

— Necesitas darnos demasiadas explicaciones — me decía Anne.

— Bien, pregunten y yo respondo...

— ¿Cuánto tiempo llevan juntos? — atacó Theo

— ¿Por qué sales con él? — siguió Anne.

— ¿Es cierto que tiene un hijo?

— ¿Por él nos abandonabas?

— ¿Es bueno en la cama?

— ¿Qué tan golpeado quedó?

Mis amigos siguieron con varias preguntas, sin dejarme responder en ningún momento, pues estaban muy emocionados de saber todo sobre mi relación con Dylan.

— Wow, wow, wow, tranquilos — los detuve divertida.

— ¡Contesta! — exigieron ambos.

— Bien, bien — mostré ambas manos frente a mi pecho, esperando a que ambos calmaran su frenesí — Tenemos tres meses saliendo, pero de alguna manera hubo algo más entre nosotros desde el día que nos conocimos.

Theo y Anne se miraron sorprendidos por unos segundos, para después sonreír y seguir atentos a mi relato.

— Navidad, fue aquella noche en donde ambos iniciamos todo esto — sonreí levemente al recordar como Dylan había ido a buscarme en medio de aquella noche fría — Dylan le ha dado un extraño sentido a mi vida últimamente, después de Danny tuve una idea errónea de la gente, pero ahora, con él junto a mí, ayudándome y apoyándome me he dado cuenta de lo mal que estaba.

La chica llegó con nuestros cafés, entregándonos uno a cada uno y desapareciendo al instante, porque nuevamente Anne y Theo ignoraron su presencia.

— Quería mantenerlo en secreto porque no quería causar problemas, al menos con mi familia.

— ¿Conoces a su familia? — preguntó Anne.

— Si, primero fue a su hijo y bueno sorpresivamente su hermano era el doctor que atendía a mi hermana.

— ¿Enserio? — Theo se sorprendió.

— Si y pues su hijo es pequeño, tiene seis años y no sé cómo, pero le gusta mucho estar conmigo — sonreí recordando a Ray — Y bueno los padres de Dylan son amables, aunque no lleva una buena relación con su padre.

— ¿Por qué? — preguntaron ambos.

Le di un sorbo a mi café, no quería contar mucho de la vida de Dylan, era algo privado y siento que estaba metiéndome en algo que no debería.