Mis pequeños traviesos.

Capítulo 8.

Se Hee corrió por los pasillos buscando el salón de su hermano mayor, y esperaba que Hyung Su estuviera ahí porque si no era así no sabía qué podría pasar, a veces le asustaba los arrebatos que Hae Woo podía tener y por quien muchas veces él había terminado metido en problemas siendo regañado por su padre, pero tampoco podía ignorarlo, se habían criado desde pequeños demasiado unidos y las cosas no parecían haber cambiado ahora que ya tenían doce años, aunque cada uno parecía saber lo que prefería y Se Hee quería por el momento no estar metido en problemas, no cuando eso significaba ser regañados por sus padres, y parecía que últimamente su papá Taemin estaba siendo más severo con los castigos, como el ya no dejarlos salir a jugar, o quitándoles la play, pero era más difícil cuando su papá Min Ho lo apoyaba, era cuando sabían que estaban en verdaderos problemas.

—¡Hyung Su! —gritó entrando al salón de su hermano, ignorando al chico que estaba junto a éste.

—¡¿Qué pasa?! —el adolescente de trece años se levantó de su pupitre rápido, algo asustado por lo que su hermano fuera a decirle.

—¡Hae Woo otra vez está peleando!

Hyung Su murmuró una maldición y corrió detrás de su hermano, sabía que si éste lo iba a buscar era porque Hae Woo se había metido en algún problema grave, y que peleara lo era porque no sería la primera vez que su hermano estaría peleando, ya algunas veces había ido a la dirección, mientras que en otras Se Hee lograba mantenerlo a salvo, pero si su hermano estaba ahí era que no pudo hacer nada y lo comprobó cuando vio a un joven mayor que su hermano sobre éste, golpeándolo mientras otros animaban a la pelea, sin embargo cuando él quiso acercarse fue detenido por dos adolescentes quizás de su misma edad.

—¡Maldición Hae Woo! —gritó Hyung Su.

Tomó con facilidad a uno de los chicos que lo había detenido y lo lanzó al suelo, al menos de algo tenían que servir las clases de Judo que había insistido tanto a sus padres en tomar, viendo como el otro retrocedía con temor y le dejaba acercarse para así poder quitar al adolecente que golpeaba a su hermano de éste, teniendo que esquivar un golpe que fue lanzado en su dirección e inmovilizó al adolescente con una técnica de Judo de suelo, escuchado los gritos que exigían que lo liberaran, pero él no lo haría, no hasta dejar claro que no podían meterse con su hermano y sólo esperaba que Hae Woo no hubiera sido quien inició la pelea.

—Escúchame bien —dijo con voz dura, que a veces sorprendía que ese tono existiera en un adolescente de trece años —si vuelves a meterte con mis hermanos no me haré responsable de mis actos.

—¡No te tengo miedo!

Haló un poco más la mano y levantó la pelvis escuchando los gritos del adolescente que antes estuvo golpeando a Hae Woo y nadie parecía querer hacer nada por ayudarlo, sin embargo Hyung Su volvió a hablar sobre los gritos.

—¡¿Escuchaste lo que te dije?!

—¡Sí! ¡Sí escuché!

—¡No vuelvas a acercarte a mis hermanos!

Lo soltó, preparándose por si el adolescente quería golpearlo otra vez, sin embargo sólo lo vio pararse rápido y correr por el pasillo junto con los dos chicos que antes no le quisieron dejar pasar, seguido de las personas dispersándose y la risa de Hae Woo que continuaba acotado en el suelo le hizo enojar, porque no sabía lo que sucedía con su hermano que siempre estaba metiéndose en problemas.

—De esto se va a enterar papá Taemin.

Esa frase fue suficiente para que Hae Woo dejara de reír y se sentara en el suelo mirando a su hermano con los ojos abiertos enormes debido a la sorpresa por las palabras, porque Hyung Su siempre intentaba ayudarlo a ocultar los golpes, y aunque él prometiera que no iba a volver a meterse en problemas terminaba haciéndolo, pero eso no era lo que le preocupaba, sino que su papá Taemin últimamente parecía más severo con los castigos, y por eso le gustaba más su papá Min Ho, aunque cuando éste se enojaba podía dar igual o más miedo que su papá Taemin.