Capítulo 23.

1.3K 135 35
                                    

En más de una ocasión Hae Woo se había preguntado sobre lo que hubiera pasado con él y Sun Hyun si él se hubiera quedado viviendo con el padre de su bebé, pero él había tomado la decisión de irse cuando se dio cuenta que el hombre del que se vio enamorado podía convertirse en un títere de sus padres, dejando de ser quien tomaba sus propias decisiones, y él no quiso verse arrastrado a eso, no cuando la mamá de Sun Hyun lo había regañado delante de él y su ahora ex pareja no se había defendido, sólo se quedó callado y él quiso comprenderlo pero no pudo, no cuando en su cabeza pasaba más de una vez el matrimonio perfecto que eran sus padres.

Hae Woo conocía la historia de todo lo que habían tenido que pasar sus padres, incluso aquella parte en la que sus abuelos no los quisieron en su casa, o como su papi Taemin había huido con su papá Min Ho porque lo amaba, y él había hecho casi lo mismo, sólo que a diferencia de su papá Bonito él si había tenido el permiso de sus padres para seguir con su relación con Sun Hyun y vivir con él, pero lo que ellos tenían no se parecía en nada a lo que sus papás tenían, porque él había escuchado que las relaciones con los años podían desgastarse, pero la relación de sus papás no parecía hacerlo a pesar de que a veces les había escuchado discutir por no estar de acuerdo con algo pero al final lo solucionaban, pero él no sabía cómo funcionaba eso, no cuando parecía que las cosas con Sun Hyun sólo empeoraban.

Aquella noche de la cena con los papás de su ex pareja pudo decir que fue la peor cena de su vida, porque no sólo había sido la sorpresa de los padres de Sun Hyun al saber que él tenía quince años, casi dieciséis, sino como la mamá de éste le habló de la moral, de que no era nada decente que una "señorita" como él se hubiera embarazado a temprana edad e incluso creyó haber entendido entre las palabras de la mujer llamarlo oportunista, y él había esperado que Sun Hyun lo defendiera, pero eso nunca sucedió y después de eso vino la pelea final, en donde Hae Woo le había reclamado por dejar que su madre lo humillara al casi llamarlo una cualquiera, y su ahora ex pareja le había dado la razón a la mujer, haciendo que conociera una parte de Sun Hyun que él no conocía y que hubiera preferido no hacerlo.

Hae Woo después de su discusión sólo pudo llorar decepcionado al sentir que todo su mundo se derrumbaba, esas ilusiones de ser una pareja casi como sus padres, y no lo pensó demasiado cuando buscó las maletas que él había llevado, colocando su ropa y pertenencias dentro de ésta sin molestarse en ordenar, sólo estaba intentando recoger todo lo suyo y parecía, algo que le resultó fácil si Sun Hyun estaba todavía con sus padres en la sala de estar, y poco le importó si se veía como un adolescente demasiado dramático o si los padres del hombre que creía amar reconocían que no era mujer, porque se quitó todo aquel disfraz que se vio obligado a usa para ser él mismo sin maquillaje, dejando incluso ver sus moretones.

Sacar las maletas de la habitación no fue sencillo, y mucho menos cuando Sun Hyun y la madre de éste le preguntaron por lo que hacía, o incluso si lo escuchó decir al padre de su ex pareja lo que creía que hacía, y el hombre no se había equivocado al decir que se iba de la casa, aunque eso le causó ganarse ser llamado loco y tener a Sun Hyun hasta el ascensor detrás de él, escuchando a la madre de ésta que debía de ser una rabieta de él, que volvería, pero Hae Woo se acabó de prometer a sí mismo que no lo haría, que no volvería con Sun Hyun porque esa noche terminó su relación, y lo único que los uniría sería su bebé.

Cuando estuvo afuera del edificio tuvo un momento de pánico al darse cuenta de lo impulsivo que fue pero nada lo detuvo cuando la idea de volver a casa con sus padres pasó, porque ellos sí lo querían, ellos lo entendían y hasta lo apoyaban, comenzó a sentirse al darse cuenta que sus padres pudieron evitarle todo eso y ese tiempo que pasó con Sun Hyun pero no lo hicieron, pero Hae Woo también se conocía a sí mismo, y se hubiera escapado sin el permiso de sus padres, no hubiera habido manera de detenerlo.

Mis pequeños traviesos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora