Mis pequeños traviesos.

Capítulo 19.

Min Ho estaría paseándose por todo la sala de espera el hospital si no sintiera que tenía que ser el soporte de Taemin en ese momento, quien había estado demasiado nervioso desde que encontraron a Hae Woo en su habitación, y todo había pasado demasiado rápido, el pánico los invadió, y poco le importó a Min Ho si su hijo le había gritado que no lo tocara cuando él lo tomó entre sus brazos y bajó las escaleras rápidamente dirigiéndose hacia su auto, su esposo lo seguía de cerca y entró en la parte posterior del auto junto a su hijo mientras Min Ho conducía lo más rápido que podía hacia la clínica y llamaban al doctor Shim para que éste pudiera estar en el hospital cuando llegaran, ya que no era fácil llegar diciendo que su hijo estaba sangrando y que tenían miedo de que estuviera teniendo un aborto, eso no sería posible sin ser vistos como locos por otros médicos.

Sintió como Taemin colocaba su frente sobre su hombro y él lo abrazó con algo más de fuerza porque quería de alguna manera transmitirle que todo estaría bien, pero ni siquiera él estaba seguro de eso, ya que no habían tenido noticias de su hijo después de que fuera recibido por el doctor Shim y por algunas enfermeras que ellos habían visto antes, pero no tenían todavía ninguna noticia y eso los tenía nerviosos.

—Señores Choi —dijo el doctor Shim cuando al fin estuvo frente a ellos —¿podrían seguirme por favor?

Tanto Min Ho y Taemin asintieron y si levantaron de las sillas en las que se habían sentado para esperar alguna noticia de su hijo, siguiendo al médico hasta un consultorio en el que ya habían estado muchas veces a lo largo de esos diecisiete años desde que lo conocieron, y hubieran querido que el rostro del médico les dijera algo porque parecía que los pasos hasta que estuvieron dentro del consultorio sólo los colocaba más nerviosos.

—Doctor Shim —habló Taemin —el bebé, ¿cómo está el bebé?

El médico respiró profundo antes de responder, su rostro se veía cansado no sólo por el paso de los años, sino por toda esa situación, porque para él había sido sorpresivo saber que aquel joven, a quien él ayudó a nacer ahora estaba embarazado, y podían pasar miles de cosas por su cabeza con respecto a Hae Woo y su situación actual, incluso creer que Taemin y Min Ho no lo habían podido educar bien, pero él sólo era el médico que había estado para esa familia durante todos los embarazos, no tenía derecho a juzgarlos, a pesar de que en el pasado había pensado que Min Ho y Taemin necesitaban orientación acerca de la planificación familiar, pero habían tenido años para aprender a ser padres, él no podía juzgarlos.

—El bebé por ahora está bien —el médico vio como la pareja frente a él parecía relajarse.

»Hae Woo por ahora estará en observación, deberá quedarse hasta mañana y si ya no hay peligro podrá ir a casa, y también necesita reposo absoluto mínimo por dos semanas más, también no más emociones fuertes —suspiró.

»Señores Choi, no sé lo que ha pasado pero la situación con su hijo se ha producido por un cuadro de estrés y si no queremos que el bebé esté otra vez en peligro es recomendable evitar las situaciones estresantes —la mirada del doctor se suavizó un poco después de decirles aquello.

»Taemin —miró al castaño —¿cómo se siente usted?

—Yo estoy bien.

—¿Alguna molestia? —el castaño negó —bien, eso me alegra.

El doctor se levantó de su silla, dejando claro con ese acto que había terminado su conversación, pero que no era suficiente para la pareja porque a pesar de que era una buena noticia saber que Hae Woo y el bebé estaban bien, querían ver a su hijo, Min Ho incluso quería disculparse porque no podía dejar de sentirse culpable por todo eso, porque decía que fue su causa, ya que su el adolescente no había dejado de llorar en ningún momento desde que él apareció en la clínica, y poco después estuvieron ahí en el hospital con miedo a que su hijo perdiera al bebé, pero todo lo que había hecho ese día fue algo que no pudo evitar porque la idea de que su hijo había ido a esa clínica para un aborto no lo dejó tranquilo, y ahora pensaba que lo mismo que había querido evitar él mismo casi lo había causado, porque Min Ho se sentía responsable.