Narras tú
–Adivina que dice– sonreí mirando a mi esposa.
–Solo hay dos opciones, dime ya– giró el aparato y habían dos líneas en él. No dije nada y tomé la cajita, había olvidado que significaba, leí y una sonrisa gigante apareció en mi rostro –Si estas embarazada...¡Seremos madres!– la abracé y ella correspondió.
–¡Si! Debo llamar a Dinah– reí besando su mejilla.
–A veces creo que quieres más a Dinah que a mi– una sonrisa apareció en su rostro.
–No puedo decir a quien amo más– me besó –Son unas de las personas más importantes en mi vida– besé su frente y me quedé esperando.
–Quiero escuchar la llamada, ponla en altavoz– apretó el altavoz y se sentó en la cama.
–¿Dinah? Tengo que decirte algo– mordió su labio.
–¿Qué pasó Mila? ¿Quieres que vaya a tu casa?– yo solo escuchaba atenta.
–No es necesario que vengas– se escuchó un bufido de Dinah.
–¡Debes decir que sí! Estoy muy aburrida aquí sola, ¡No me digas que no puedo ir porque luego vas a coger con ____! También debes darme tiempo a mi, o sino te daré el divorcio– no pude evitar reír.
–Estas en altavoz Dinah, compórtate– escuché su risa y me senté junto a Camila.
–Sí quieres puedes venir, nunca hemos estado mucho tiempo las 3 juntas....podríamos hacer un trío– se escuchó la fuerte risa de Dinah y recibí un golpe de parte de Camila.
–¿Quieres dormir con el perro?– me reí.
–No tenemos perro– se rió levemente.
–¿Sigue en pie lo de el trío? No me molestaría– Camila suspiro.
–Claro que sí, trae condo ¡Auch! Camila, solo molesto– me dio otro golpe mientras reía.
–Puedes venir, trae algo para comer– reí por mi pensamiento ante la palabras de Camila.
–Yo pensé que nos íbamos a comer entre nosotras– la mirada de mi esposa me dio miedo y Dinah solo reía –Mentira, ¡Camila cálmate!– afirmé sus manos riendo y la abracé tomando el celular –¿Entonces vienes?–.
–Sí, llevaré pizza– le entregué el celular a mi esposa y sacó el altavoz para ahora hablar las dos solas.
Yo tomé el test de embarazo y aún no podía creerlo, tendríamos un hijo, la idea de pasar por todo este proceso me aterraba. El tener que cambiar pañales, calmar sus llantos, ser más responsable y muchas cosas más era demasiado para mi, pero sabía que junto a Camila podríamos juntas superar esto, también tendríamos que dejar algunas cosas, como el sexo, al menos por un tiempo, pero sé que esto nos hará inmensamente felices.
–¿En qué piensas?– la miré y sonreí.
–Esto cambiará nuestras vidas, estoy muy emocionada– me abrazó.
–Yo estoy algo asustada, engordaré y te fijarás en chicas más lindas– reí.
–Te vas a ver hermosa con esa panza, y no sería capaz de arruinar nuestra familia solo por placer, tu eres hermosa por dentro y por fuera, y siempre lo serás– sonrió ampliamente.
–Te amo demasiado– besé su frente.
–También te amo, y mucho– comenzamos un beso lento que poco a poco se fue haciendo apasionado.
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One Shots - Camila Cabello y tú
RandomEste es el primer libro que escribo, espero que les guste Se que sí, porque son unas PECADORAS! Al igual que yo jajajaj