One Shots - Camila Cabello y tú

¿Con quien hablas? (___G!p)

Narras tú

–Y Dinah me dijo que no iba a ir sola porque sabía que Mani se molestaría, así que tuve que acompañarla y....¿_____?– despegué la vista de mi celular y la miré sonriente para que no notara que estaba concentrada en responder los mensajes.

–¿Si Amor?– frunció su ceño enseguida.

–¿Me estabas escuchando?– asentí rápidamente –¿A sí? ¿Qué te estaba contando?– mordí mi labio.

–Dinah– Ella siempre hablaba de su amiga.

–¿Y qué más?– hice un puchero –¿Con quien hablas?– se sentó a mi lado y bloqueé la pantalla de mi celular.

–Con unos amigos– mentí para evitar su ataque de celos.

–¿Qué amigos? ¿Unos con vagina?– suspiré.

–Amor, sabes que– oh no, ya empezó.

–Si me entero de que hablabas con otras personas te irá muy mal– puso sus manos en mi cuello y se sentó sobre mi –¿Entendido?– asentí y me dio un dulce beso.

–¿Cuando aprenderás a controlar tus celos?– mordió mi labio.

–Cuando dejes de tener vida social– reí junto a ella y me levanté con Camila entre mis brazos.

–Luego de más de tres años de novias....¿Aún sigues desconfiando de mi?– ella negó.

–En ti si confío, pero te gusta bastante el sexo y existe la posibilidad de que te dejes llevar por esas perras que tienes de amigas, que por cierto se mueren por probar tu polla, que por cierto es sólo mía– la dejé sobre la cama y besé su mejilla.

–Me gusta bastante el sexo, pero solo contigo– susurré la última parte en su oído y ella apretó mi miembro por sobre la tela de mi pantalón –Y mis amigas no quieren sexo conmigo– su gesto cambió enseguida.

–¿O sea que si ellas quisieran tendías sexo con ellas?– cerré mis ojos y suspiré.

–No dije eso– puso sus manos en mi abdomen.

–¡Si dijiste eso!– me senté a su lado y luego me recosté.

–Camz por favor– sentí su peso sobre mi.

–¿Por favor qué?– abracé su cintura.

–Por favor...deja tus celos solo por hoy, te lo suplico– ella negó con un puchero.

–Son parte de mi, y es tu culpa por ser demasiado sexy y llamar la atención de los demás– reí y besé su frente.

–Tu eres aún más sexy que yo y nunca te he hecho un ataque de celos, porque me conformo con la confianza que siento en ti– se acurrucó en mi pecho –Prométeme que trabajarás en ser menos celosa– se quejó.

–Sí veo a una chica que te mira demasiado tendré que serlo– reí asintiendo y sentí sus besos en mi cuello, dándole paso a nuestra sesión de sexo mañanero.

                 5 horas más tarde

–¿Cual quieres?– dije mirando las carcasas que habían para su celular.

–Me gusta esa– apuntó una totalmente blanca.

–¿Esa?– la mire con una ceja levantada.

–Sí, no es sólo blanca, te dejan escoger el diseño, Una foto de las dos sería linda– la abracé por la espalda.

–¿Una foto de nosotras desnudas?– reímos.

–Nadie más tiene derecho a ver tu pene aparte de mi– sonrió –Me gusta aquella foto en la playa, diré que quiero esa– asentí y entramos a comprarla.