Narras tú
–No me siento bien– pronunció mi novia a la vez que me alejó de su cuerpo.
–Solo estaba besando tu cuello...– murmuré y ella solo asintió.
–No estoy de ánimo– caminó hasta la cama y suspiré.
–Esto no es justo– tomó su celular –Llevas tres semanas sin estar de ánimo...trato de entenderte amor, pero tú también debes entenderme, tengo necesidades Camila– reclamé sentándome a su lado –Hace unas semanas eras tan caliente y ahora ni siquiera me permites tocarte...Dime por favor si he hecho algo mal, o si quieres dame las razones de por qué no quieres tener sexo conmigo– mordió su labio y suspiró.
–Solo no tengo ganas– negué y ella soltó su teléfono.
–No te creo– tomé su mano, iba a acariciarla pero la movió –Te gusta tener sexo, te gusta demasiado y lo sé porque llevo más de tres años siendo tu novia...Dime la verdad– tragó en seco y juntó sus manos.
–Yo...– sus ojos se cristalizaron y los cubrió para no llorar.
–Camz...– la abracé y enseguida sus lágrimas comenzaron a salir –¿Es por los comentarios sobre tu cuerpo?– susurré en su oído –Sabes que te amo, amo cada parte de tu cuerpo...Es simplemente perfecto...Si esa es la causa, debes tener presente que amo tu barriguita, amo dejar besos y también hacer cosquillas allí...Mi cuerpo no el es de una modelo, no puedo pedir que tengas las tallas que supuestamente son perfectas...Pero tu eres tan caliente y perfecta tal y como eres– acaricié su espalda suavemente y ella comenzó a llorar mucho más. Se abrazó fuerte a mi y solo me quedé en aquella posición.
Ya habían pasado unos cinco minutos y la chica aún lloraba desconsoladamente, sus manos se apoyaron en mi pecho y me alejó, sus ojos estaban rojos junto con la punta de su nariz.
Lentamente junté nuestros labios y ella nuevamente aumentó la distancia entre nosotras.
–Estoy...– cubrió su rostro al no poder controlar su llanto y se levantó.
–Amor...– me acerqué a ella pero bruscamente me alejó –Estoy tratando de comprender la situación...Lo trato, pero no logro entender qué tratas de decirme– cerró sus ojos algunos segundos y calmó su respiración.
–Hice algo muy malo...– tomé sus manos cariñosamente y las acaricié.
–Todos hacemos cosas malas Camz– me abrazó fuertemente, como si fuera la última vez que lo haríamos. Luego me besó con la pasión que había perdido desde hace mucho tiempo.
Metió sus manos dentro de mi camiseta haciendo contacto con mi piel, me atrajo hacia ella y metió su lengua dentro de mi boca.
La tomé del cuello suavemente y me apoderé del beso, mordí su labio y cuando iba a quitar su camiseta detuvo sus movimientos y escuché sus sollozos.
Abrí mis ojos y la miré confundida. Ella solo mantuvo su vista fija en mi camiseta y luego la subió a mis ojos. Volví a tomar sus manos para darle seguridad.
Hubo un silencio incómodo por algunos segundos y finalmente lo dijo, provocando que mi corazón se rompiera en miles de pedazos.
–Estoy embarazada– procesé las palabras y al darme cuenta de que había oído correctamente solté de inmediato sus manos. Mis ojos se volvieron llorosos y mordí mi labio para no comenzar a gritarle.
Escuché un portazo y supuse que la familia de Camila había llegado.
–Que yo sepa los dedos no embarazan...No me esperaba esto de ti...Si querías engañarme al menos te hubieras protegido...Camila...Necesito alejarme de ti un tiempo– mis nudillos estaban blancos, sentía tantas ganas de gritarle en aquel momento.
ESTÁS LEYENDO
One Shots - Camila Cabello y tú
RandomEste es el primer libro que escribo, espero que les guste Se que sí, porque son unas PECADORAS! Al igual que yo jajajaj