Narras tú–Pero Ma, no puedes mandarme allí– me miró.
–Es solo un campamento, no va a ser tan terrible– me quejé.
–Haré cosas productivas aquí en casa, lo prometo, haré que mis vacaciones valgan la pena– se rió mostrando sus dientes y me crucé de brazos.
–_____, ya eres una Cabello, sabemos que estarás todas las vacaciones sin hacer nada productivo– se sentó a mi lado.
–¿Masturbarse y ver series es no hacer nada?– me dió un golpe en el hombro y reí.
–Voy a llamar a Lauren para decirle en qué piensas gastar tus vacaciones y va a opinar lo mismo que yo– fruncí mi ceño.
–Ustedes son mis madres, deben saber que odio a los insectos, a parte, irán muchas personas que me caen mal, no puedes hacerme esto Camila– levantó sus cejas –Mamá– sonrío.
–¿Qué ganó yo con que te quedes aquí?– mordí mi labio.
–Voy a hacer todo lo que tú quieras...De 3 a 5 de la tarde– reímos.
–¿Y qué harás todo el tiempo restante? ¿Encerrarte en tu pieza para masturbarte?– asentí y me dio un pequeño golpe.
–O puedes dejarme ir a una fiesta y tener sexo real– hice sonar mis dedos.
–¿Eso es en lo único que piensas?– asentí riendo.
–Es culpa de las hormonas– asintió.
–Tengo el mismo problema, Lauren pasa muy poco tiempo en casa– fruncí mi ceño.
–¡Mamá! Que asco, ¿Te lavas las manos antes de preparar el desayuno?– rió.
–A veces– la miré negando.
–No es necesario que yo sepa de tu vida sexual mamá– se levantó riendo.
–Te dejaré quedarte, pero debes ganártelo– asentí y ella caminó hacia la cocina –¿Quieres comer algo?– inevitablemente posé mi vista en su trasero y la desvié enseguida.
–¿Me preparas un sándwich?– asintió y me levanté para ir con ella.
–Quiero ir de compras, ¿Me acompañas?– sacó el pan y abrió el refrigerador para sacar queso y yo me quejé.
–Sabes que odio ir de compras– me miró.
–¿Prefieres ir al campamento?– suspiré.
–Te odio– levantó una ceja –Te amo– me entregó el sándwich y me senté para comerlo.
–Creo que hoy Lauren no llegará a casa, tiene que viajar a New York en dos horas– asentí.
–Igual nunca está en casa– suspiró –¿Puedo preguntarte algo?– asintió y se sentó frente a mi con una banana entre sus manos –¿La haz engañado?– dejó de pelar la banana y me miró –Tengo curiosidad– mordió su labio.
–Hija...No es necesario que sepas esas cosas– le di un mordisco a mi sándwich.
–¿Eso es un sí?– hizo una mueca y yo tragué –No le diré nada, es posible que ella también te engañe, nunca pasa las noches en casa– hizo un puchero.
–A veces...A veces creo que seguimos casadas solo por aparentar que somos felices, pero la verdad es que el amor entre nosotras se acabó hace mucho– pude notar su mirada triste.
–Recuerdo que cuando se casaron, a pesar de que yo te odiaba por "reemplazar" a mi mami, ustedes lucían bastante felices, ¿Qué les pasó?– le dio una mordida a la banana y luego respondió.
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One Shots - Camila Cabello y tú
RandomEste es el primer libro que escribo, espero que les guste Se que sí, porque son unas PECADORAS! Al igual que yo jajajaj