Jun amaba esa posición más que a ninguna otra. Amaba sentir todo lo que Hao tenía para ofrecerle desde la espalda, mientras una mano furiosa le apretaba los muslos con toda la fuerza que tenía.
Pero la otra mano era su parte favorita del juego. La mano pesada que cubría su boca para que nadie los escuche.
Y es que Hao pensaba que estaba cubriendo los gemidos del mayor, cosa que en parte era cierta. Pero el otro le tomó el gusto a esa censura porque se le escapaban un par de palabras mágicas de vez en cuando, por la emoción del momento.
Aunque tal vez no sean palabras que suelte inconscientemente. Tal vez sean palabras que no se atreve a decirle mirándole a los ojos, así que se lo tiene que decir mirando a las cerámicas del baño de la escuela mientras siente que Hao le penetra tan fuerte que le parte hasta el alma.
Sin embargo, esa vez el menor retiró su mano antes de tiempo, siendo sorprendido por reconocer las palabras que tanto distorsionaba y ahora salían de las cuerdas vocales de Jun tan claras como el agua, y Hao no supo si eso le ayudó a correrse o a sacarle la calentura.
Descubrió que fue lo primero cuando salió del otro chico notando un líquido viscoso chorreando por sus piernas, y sintiéndolo tenso en frente suyo, sin querer darse vuelta para enfrentarlo.
Siempre creyó que lo que intentaba decir era su nombre, pero le alarmó estar equivocado.
-Jun... - le habló tranquilo y despacio, para no alterarlo por los nervios que debía tener - Mírame...
-N-no...
Estaba tan apenado que no quería enfrentarse a él. No quería verlo, no quería escuchar una respuesta o una devolución por su parte. No quería que se enterara, pero siempre supo que corría ese riesgo. Sus palmas seguían apoyadas en la fría pared del cubículo del baño, cuando la mano de Hao le tocó el hombro y lo hizo dar vuelta lentamente, despegándose de la pared con los pantalones todavía bajos.
La vergüenza y la pena no le permitieron levantar la vista.
-Repítelo - le pidió el menor.
El otro sólo atinó a negar con la cabeza, no estando seguro de lo que significaba esa respuesta.
Pero Hao simplemente levantó la cabeza de Jun con sus dedos en el mentón ajeno, obligándolo a mirarle. Estaba asustado. El mayor realmente tenía miedo de perderlo por la estúpida confesión.
Mientras sus labios se acercaban, el corazón le latía igual de fuerte que aquélla primera vez que se animó a robarle un beso. Nunca se había detenido en el camino a conseguir lo que quería, y lo quería a él desde hace tiempo.
Hao rozaba su boca, todavía húmeda por besos previos a la calentura, y pensaba en todos los años que se prometieron no ponerse etiquetas. Siempre fueron amigos, su relación extraña no necesitaba más detalles, no necesitaba nombres.
Pero cuando entre ambos acortaron la distancia que los separaba y los volvía locos, compartiendo finalmente un cálido y dulce beso, atrapando los labios del otro en cada oportunidad, no pudieron pensar en nada porque el timbre sonó, anunciando que la hora en la que se escaparon terminó y les quedaban pocos segundos antes de que todos los alumnos salgan al recreo y el baño se inunde con gente.
Esos últimos segundos de privacidad, Hao los usó sabiamente para responder a las palabras mágicas que se le escaparon a su extraño amigo.
-Yo también te amo, Jun.
seguro pensaban que se le escapó el nombre de alguien más 😂
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🍼👶🏼• Baby Dino's Adventures •👶🏼🍼
Fiksi PenggemarEl pequeño Chan es guiado en su infancia por su muy poco normal familia ♥ Actualizaciones cada 4 días :) // irregulares por época de exámenes 😵