CAPÍTULO 53- Mía

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JAKE

Las 5 de la mañana y sigo dando vueltas en la cama. No puedo dormir. Un sentimiento de malestar me ha acompañado toda la tarde y sigue creciendo con cada vuelta que doy en la cama. Ni tan siquiera he salido de mi habitación en todo el día. Solo he salido a coger algo para comer bajo la atenta mirada de mi madre y he vuelto a entrar. ¿Qué coño me pasa? Los ojos de Jane me han estado dando vueltas todo el día en mi cabeza. No me puedo creer lo que pasó anoche. Pude tocarla. Joder, la toqué donde nadie la había tocado nunca. Fui el primero que intimó con ella, y me comporté como un capullo apartándome de ella de esa manera después de lo que habíamos hecho. Al principio, me cabreé de lo lindo cuando se fue sin mirar atrás y eso conllevó a emborracharme como un loco en la discoteca de Thalia. Prácticamente me ha tenido que echar esta mañana a patadas porque no quería volver a mi casa, no quería darle vueltas a todo lo que había pasado. El capullo de Logan me mintió, me dijo que él la había tocado, y todo eso llevó a que yo decidiera quedarme en la fiesta de Sophia y todo lo que pasó después. Cuando ayer la vi por primera vez en las escaleras de detrás de la discoteca casi se me para el corazón. Había olvidado lo sexy que era, había olvidado el color gris de sus ojos, había olvidado sus curvas de escándalo, su negro pelo... o lo había intentado. Me había negado a pensar en ella, pero cuando estaba borracho se me aparecía por todos los lados. Tengo que hacer algo, necesito recuperarla, necesito estar a su lado otra vez... Todos los poros de mi piel me lo piden. La vibración de mi móvil me saca de mis pensamientos y me incorporo de mala leche por saber quién coño llama a las 5 de la mañana.

-Jake. –Digo sin mirar el nombre de la pantalla.

- Jake, necesito que vengas a casa de Jane. Ahora. –La voz de Kate me sorprende y me preocupa al mismo tiempo.

-¿Por qué? ¿Qué pasa? –Le pregunto incorporándome de un salto.

-¡Jane! ¡Basta! –Grita Kate al otro lado del teléfono- Por favor.

Dicho esto, cuelga. Me levanto de la cama de un salto y me pongo los primeros pantalones que encuentro. El sentimiento de mi pecho se multiplica a cada segundo que pasa. ¿Qué demonios le ha pasado a Jane? Algo malo debe estar ocurriendo para que Kate me llame a estas horas de la mañana sabiendo como está la situación entre Jane y yo. Salgo disparado de casa y cuando llego bajo voy corriendo hasta la moto de mi padre. La enciendo y su rugir hace que me golpeen recuerdos que ni tan siquiera sabía que tenía, pero los reprimo y pienso en lo importante de ahora. La chica que amo esta descontrolada y voy a tener que jugar muy bien mis cartas si quiero ayudarla. La chica que amo... joder, ni tan siquiera me imaginaba que pensaría así en algún momento de mi vida.

Llego a casa de Jane en menos de 10 minutos, aparco la moto frente a su casa y corro hasta la entrada. No me da tiempo ni a llamar al timbre, ya que antes de llegar Kate ya me abierto la puerta con su cara de preocupación.

-¿Qué está pasando? –Le pregunto y me fijo en que tiene los ojos húmedos de haber llorado.

"Joder Jane, ¿qué coño estás haciendo?"

Entro a toda prisa a la casa y lo primero que veo es en el desastre que hay montado en el salón. Mil trozos de cristales adornan el suelo, junto con una de las estanterías en el suelo. Además, hay vasos y platos rotos. Escucho un sollozo y veo a Irina de rodillas llorando escondida detrás del sofá. Busco a la causante de esto y la encuentro mirándome con la boca abierta detrás de la isla de la cocina. Miro sus ojos grises unos segundos antes de dar varios pasos hacia ella. Cuando se da cuenta de que estamos más cerca, da unos pasos hacia atrás, se lía con sus propios pies y aterriza encima de un montón de platos rotos. Cuando veo salir la sangre de su mano, corro y me agacho junto ella.

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