CAPÍTULO 42- Regalo

30 5 0
                                    


KATE

Reviso una vez más mi teléfono: nada. Jane no ha contestado a ninguno de los mil mensajes que le he mandado desde que llegué a Hawái. Suspiro y dejo mi móvil en la mesa que tengo al lado de mi tumbona. Me pongo una vez mis gafas de sol y me recuesto. ¿Por qué no contesta a mis mensajes? Sé que está enfadada, pero por lo menos debería enviarme algo para saber que está bien. ¿Qué estará haciendo? Seguro que bebió después de todo lo que le dijo Alison, porque todo eso es lo que en realidad piensa Jane sobre sí misma. Y no lo entiendo. Tiene muchas personas a su lado que le demuestran que no es una mala persona, ni una muerta de hambre. Ayuda a todos los que puede aunque lo esconda de forma tonta con favores y tonterías porque no quiere parecer débil. Me incorporo una vez más y vuelvo a revisar mi móvil: nada.

-En vez de mirar tanto tu móvil deberías ponerte crema, te estás quemando. –Dice Alison cuando llega a mi lado con dos copas de zumo- ¿Quién es ese chico que te tiene tan pegada al móvil? –Me pregunta levantando las cejas y se sienta a mi lado.

-No es ningún chico, ya sabes que no me interesan. –Digo poniendo los ojos en blanco, pensaba que me conocía mejor.

-Bueno, eso era a los 5 años, Katherine. –Como odio que me llamen así- Ahora tenemos 16 y debemos disfrutar del amor y todo lo que conlleva. –Dice mientras hace como si brindara conmigo.

-Aunque tengamos 16 siguen sin interesarme los chicos. –Digo encogiéndome de hombros.

-¿Es que te van las tías? –Pregunta poniéndome cara de asco.

-¿Qué? No. ¿Por qué dices eso? –Le pregunto molesta.

¿Por qué pone esa cara de asco? ¿Qué problema hay si a una chica le gusta otra? Yo al principio también pensé que a Jane le gustaban las chicas por la tontería que dijo Sophia.

-Porque como el otro día estabas con la macarra esa... -Dice encogiéndose de hombros.

-No es una macarra, Alison. Es mi amiga. –Digo mirando al mar. Empieza a molestarme como habla de la gente.

-¿Cómo puedes ser amiga de esa muerta de hambre? ¡Por Dios! Seguro que no tiene dinero ni para comprarse comida. –Empieza a reírse ella sola y me levanto de un salto.

-¿Cómo puedes tú hablar así de la gente? –Le digo enfadada- Ni tan siquiera la conoces para juzgarla así.

-Solo digo que no está en el mismo nivel que la gente como nosotras, Katherine, no es para ponerse así. –Dice poniendo los ojos en blanco, como si fuera yo la que está diciendo disparates.

-Me voy a la habitación. –Digo apretando los dientes.

Asiente y se despide de mí con la mano. El hotel está justo detrás de la playa, así que no tengo que andar mucho. La forma en la que Alison habla de la gente me molesta mucho. Es como si ella creyera que es superior a todo el mundo. Y no solo habla así, también actúa así. Mira a todos por encima del hombro y le pone cara de asco a todo aquel que no parezca tener el mismo dinero que ella. Y no solo lo hace Alison... sus padres son peores. Su madre le habla a la gente que trabaja en el hotel como si fueran animales y como si fueran de su propiedad. Me pone enferma. Me he pasado desde que llegamos aquí sola. A la mínima oportunidad que tengo de separarme de Alison y de todos lo hago. Lo que más me preocupa es que mi madre y mi padre empiecen a hablarle así a la gente que no tenga tanto dinero como nosotros. ¿Por qué no me he dado cuenta antes de todo esto? ¿Cómo he podido pensar durante años que Alison era mi mejor amiga? Sé la respuesta a esas preguntas: Jane. Ella siempre es la respuesta. Me he dado cuenta de todo esto porque desde que me junto con ella mi perspectiva ha cambiado. Veo todo lo que tienen que hacer para poder permanecer en el colegio, veo como hace todas esas cosas ilegales para poder pagar a los tipos esos que van a por la deuda de su padre, ahora lo veo todo. Siempre tan preocupada por el dinero... si viera lo que este ha hecho con la que pensaba que era mi mejor amiga, seguro que preferiría quedarse como está ahora. De repente, unas ganas tremendas de hablar con Jane me invaden por completo, pero no sé si debo llamarla. No ha contestado a ninguno de mis mensajes y estoy preocupada por ella. Pero si no ha contestado es porque no quiere hablar conmigo... Espero que no crea que yo también pienso todo lo que Alison le dijo. Dios, esta chica es muy complicada. Entro al hotel distraídamente y veo a mi madre y a la madre de Alison en la recepción de espaldas a mí. Rezo mentalmente para que no me vean pasar, pero no tengo tanta suerte.

LibérameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora