¡Sin Miedo! (M#2)

Capítulo 17: Una voz no tan desconocida

ALLEIT

Caminé tan rápido como pude para descubrir el porqué de que se escuchara tanto alboroto. Tenía de cierta forma un mal presentimiento, pero al menos sé que Adam está aquí conmigo, así que no debo de preocuparme porque no estoy solo sin importar lo que pase. Terminamos de llegar a la cocina, el ambiente se veía calmado, no parecía haber ninguna clase de problema, tal vez sólo fue mi imaginación y estoy muy agotado de tanto trabajar.

-Hola, Alleit -una voz desconocida me saludó.

Mi corazón comenzó a latir con fuerza.

-¿Qué?... ¿Quién eres? ¿Dónde estás? -buscaba a mi alrededor, pero no notaba a nadie ni a nada. No tenía la menor idea de lo que estaba sucediendo, pero me estaba comenzando a alterar.

-No es necesario que me presente en este momento, cuando sea el momento indicado me conocerás -seguía mirando a todas partes, pero no lograba ver de dónde provenía esa extraña voz.

-¿Alleit? -me llamó Adam-. ¿Estás bien?... ¿Con quién estás hablando? -Adam me miraba con intriga, no quería parecer un loco mientras él esté presente, pero necesito saber de dónde proviene esa voz.

-Lamento haberte hablado de una manera tan inoportuna, de seguro te sientes incomodo al hablarme mientras tu amigo se encuentre presente. Volveré a hablarte más tarde, cuando estés por completo solo.

Y como si de una despedida se tratase, no pude escuchar de nuevo a la voz.

-¿Hey? -Adam me tomó del hombro-. Actúas extraño, ¿todo está bien? -su mirada resaltaba preocupación, no entiendo qué es lo que está sucediendo, pero no quiero preocupar a Adam.

-No lo sé, estoy cansado supongo, creo que trabajamos mucho en nuestro proyecto el día de hoy.

El sonido del pito de un auto se escuchó.

-Ese es Sebastián, creo que ya es hora de que me marche -Adam se acercó por un instante para poder abrazarme-. Te hablo luego para ver cuándo nos volvemos a reunir, iré a recoger mis cosas, te cuidas -y sin más que decir, se marchó.

-Claro, adiós -me quedé observándolo mientras iba hasta mi habitación para recoger sus cosas

Me quedé ahí parado sin decir nada, me sentía congelado sin tener nada de frío. ¿Qué está sucediendo?... No lo entiendo para nada.

***

Me hallaba en mi habitación sentado en mi cama. No sé porque razón, pero sentí la necesidad de sentarme en mi habitación, dejando que la luz del televisor fuera lo único que alumbrase en todo mi alrededor. Me tomaba las rodillas con los brazos, como si esperase a alguien o a algo, como si esperase de nuevo escuchar a...

-Hola de nuevo -la voz se hizo escuchar una vez más.

Nuevamente miré a todas partes en la búsqueda del origen de esas palabras, pero no parecía que nadie estuviera allí físicamente, así que suponía que no se trata de una persona.

-¿Dónde estás? -le pregunté. Miré a todas partes, como si en cualquier momento, el dueño de esa voz fuera a aparecer.

-No me vas a ver por más que revises en todas partes, no me encuentro en tu misma sintonía, por lo que en tu realidad no soy visible si lo quieres ver de esa forma.

-¿Eres un fantasma entonces? -la voz no dijo nada por unos instantes.

-Si quieres verlo de esa forma, puedes hacerlo, pero yo no soy un fantasma ya que sí tengo carga electromagnética, eso quiere decir que existo, pero no existimos en las mismas dimensiones -analizaba con cuidado las palabras de la voz del desconocido, pero no entendía mucho de lo que me estaba diciendo.