¡Sin Miedo! (M#2)

Capítulo 26: Tranformación celestial

ALLEIT

Un gran estruendo se hizo escuchar por todo el ambiente, y una especie de humo, comenzó a salir del lugar en donde aparentemente se había dado el impacto. Pasados unos segundos, se pudo ver a una silueta humanoide perteneciente a una mujer. La mujer venía vestida con un gran vestido de color rojo que le llega a las rodillas, llevaba tacones, además de un listón rojo en la cintura, y otros dos en sus muñecas. Su piel es blanca, y sus ojos negros por completo. Su cabello oscuro lo lleva recogido con otro listón de color rojo.

Caminó hasta que logró llegar a donde nos encontrábamos Set, Mikoto, Adam y yo.

—Ezifhia —le nombró Mikoto.

—Hola, Mikoto —lo saludó de una forma bastante amable, pero si esta mujer es la bruja suprema, nada amable puede provenir de ella—. Ha sido un largo tiempo desde que nos vimos por última vez.

—¿Quién es ella, Alleit? —me preguntó Adam.

—Ella es la bruja suprema del clan de Londres, ella fue participe de la creación del Plano, ella fue la que comenzó la idea de crear Planos en los que se concentre energía para luego liberarla.

—¿Ella fue quien te unió a Mikoto?

—No lo hizo sola, pero sí fue participe del ritual de unión —le aclaré

—¿A qué se debe tu visita a este lugar? ¿No te basta con controlar a este pobre joven que ya ha tenido que pasar por mucho cuando estuvo vivo? —le confrontó Mikoto en referencia al control que está ejerciendo para manipular a Set.

—Tanto tiempo estando en la tierra te ha hecho débil en verdad, me parece que debí de hacerte mucho más malvado en el momento que te creé —la bruja se burló.

—¿Qué vienes a hacer por acá? —le preguntó una vez más Mikoto. La bruja le sonrió con burla.

—Pues bueno, ya que se acerca el amanecer, necesito la ayuda del chico, después de todo él es la llave que necesito para poder empezar el ritual de apertura de la entrada.

—¡Estás muy mal!... De verdad que estás muy mal de la cabeza si crees que voy a dejar que te lo lleves, él no irá contigo a ninguna parte, acabaré contigo en este justo instante —una de las colas de Set intentó impactar a Mikoto en el rostro.

—¿Y quién va a impedir que me lo lleve?... Se te olvida que yo cree esta dimensión, esta y otras tantas que he creado —la bruja rió de forma desquiciada—. ¡Yo soy el maldito Dios de este mundo! ¡Pronto seré el Dios del mundo terrenal también! ¡Y nadie podrá hacer nada para impedirlo!

Mikoto la atacó con una ventisca de energía.

—Has perdido la cabeza, pero no me importa lo que creas que eres. Alleit se queda conmigo, porque vinimos hasta aquí para destruir el núcleo del Planeo, y de esa forma destruir todo lo que planeas.

—Hmmm, de verdad que me gusta ver tanta valentía de un lindo conejito gigante, pero se te olvida que soy la bruja suprema del aquelarre de Londres, soy la maldita jefa del clan porque soy la más poderosa bruja de todo Londres, y de toda Inglaterra. Falta poco para que amanezca. ¿Crees acaso que podrás enfrentarte a mí y acabarme antes de que el sol alumbre la piedra de la noche eterna que se haya en el acantilado? —la bruja le picó.

—No me importa qué tan poderosa dices ser, te voy a acabar a ti y a todos tus títeres.

—Además Mikoto no se encuentra solo, también estoy aquí. Sé todos tus ataques, tus trucos, tus conjuros, sé más de lo que crees acerca de tu naturaleza como una bruja —le recordó Etev—. Te haré pagar por traer a Set de vuelta a la vida sólo para hacerlo pelear en tu nombre.