Capítulo 2: La Boda.

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THIAGO

──Creí que tendríamos unos minutos de paz, pero ya veo que no ──mencionó David al ver a la persona a la cual correspondía esa voz.

──Bah, sé que me amas tanto como yo los amo a ustedes, guapotes ──respondió en lo que terminaba de caminar con sus puntiagudos tacones hasta donde David y yo nos encontrábamos.

──Lindo vestido, Zafira ──la halagué. La chica hizo un gesto con su mano en plan de verse como toda una diva coqueta.

Zafira había cambiado tanto, bueno, lo necesario. Se había quitado su tinte azul, dejando su color natural, un castaño muy claro, y había que decirlo, que ya con el azul era guapa, y ahora era aún más guapa. Quitando el cambio de su cabello, se había casado con un ingeniero civil llamado Armin; al parecer estuvieron saliendo por un tiempo, y cuando le faltaba sólo un año para graduarse, quedó embarazada de él, por lo que oficializaron la relación, y hace ya dos años que se casaron. Zafira había madurado mucho, pero si algo le seguía quedando de lo que fue en la universidad de KOT, en definitiva era el amor que le tiene al yaoi y los gays, eso nunca dejó de ser parte de su personalidad.

──Ay, Thiago... ¡¿Qué cosas dices?!, bueno, en sí también te ves hermoso ──se acercó peligrosamente hacia mí para tomarme de la corbata──. Si no fuera porque estoy con Armin y además de que eres gay, te llevo a lo oscurito ──terminadas sus palabras me guiñó el ojo.

──Y también porque está comprometido, tienes a su futuro esposo aquí y soy un maldito celoso ──el ojiazul me jaloneó hasta acorralarme entre sus brazos, al mismo tiempo que le daba una mirada amenazadora a Zafira.

──Ay, por favor, bitch... Si sabes que sólo bromeo. Si soy la primera en matar a cualquiera que se atreva a meterse en su hermosa relación, y ya mejor vamos adentro que tanto amor de parte de ustedes me dará un derrame nasal, y la verdad no quiero arruinar mi vestido ──la castaña se comenzó a encaminar hasta dentro del salón de eventos. David suspiró un poco resignado, cargamos con los regalos y las bolsas de golosinas, y nos dirigimos hacia dentro.

──Tío Thiago ──sonaron unas vocecitas de niñas que me llamaban con ese apodo que me parecía tan adorable. Las dos pequeñas de Zafira y Armin, Riri y Lady, venían corriendo para saludarme.

──Thiago ──resonaron de nuevos otras vocecitas, pero esta vez eran de niños. Los dos pequeños de Sebastián y Petter venían corriendo de otro de los pasillos directo hacia mí, y atrás de ellos venía corriendo Kerson, el hijo de Devon y Mario──. ¡THIAGO! ¡THIAGO! ¡THIAGO!

──¡Oh! ¡No! ¡Esperen! ──intenté decir.

──Yo me apartaré ──mencionó David.

──¡THIAGO! ¡THIAGO! ¡THIAGO!... ¡PUFF! ──en cuestión de segundos, cinco niños me lograron tumbar al piso.

──¡Y así quieres ser padre! ¡¿Eh?! ──el idiota de David se rió.

──No puedes culparlo si hablas de que cinco niños de seis años se le abalanzaron encima ──del pasillo venía una silueta masculina de la cual provenía esa voz; ojos verdosos, cabello rubio y una enorme estatura.

Los niños se quitaron de encima, y de esa forma finalmente pude ponerme en pie con un poco de ayuda de David. Me limpié el saco, es una suerte que este salón de recepción esté súper limpio y por ende no me haya ensuciado la ropa.

──¿Cómo te va, Thiago? ──me preguntó Sebas──. ¡Gusto en verte a ti también, David! ──me ofreció la mano como ademán de saludo, después se la ofreció a David y él asintió. Aunque siempre hubo cierta tensión entre esos dos por los celos de David, al menos se llevaban bien.

¡Sin Miedo! (M#2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora