doce

7.8K 1K 464
                                    

—Entonces, Yoongi-hyung —Taehyung apoyó sus manos en el suelo, inclinándose hacia atrás hacia atrás como si el frío no le doliese en lo más mínimo. Sonrió de costado, apenas mostrando sus dientes. Hyeji comenzaba a pensar que Taehyung debía de ser de otro planeta o algo así para verse tan tranquilo, incluso cuando el aire se encontraba helado. Llevaba la chaqueta abierta como quien no quiere la cosa. Ella ya se había hecho una bola en el suelo y tiritaba, frotando sus brazos y piernas para buscar algo de calor. Estaba segura de que enfermaría luego, pero en aquel momento no le importaba demasiado—. ¿Verdad o reto?

—¿Por qué yo de nuevo? —Yoongi lo señaló con el dedo, las cejas oscuras levantadas en un gesto entre sorprendido y acusador—. ¿Estás haciendo trampa, verdad?

—¿Cómo demonios iba a hacer trampa? ¿Controlando el viento? —Taehyung soltó una risa seca que a Hyeji le recordó a los villanos de las películas. Pensándolo bien, el chico tenía un aire a aquel tipo de personaje. Tal vez era la manera en que parecía que lo observaba todo por fuera, o en la que hablaba sólo en los momentos más cruciales, nada en particular reflejado en sus ojos. Taehyung jamás perdía la calma, y eso lo hacía parecer más impredecible aún; ninguno jamás podría saber qué estaba pasando exactamente por su cabeza.

—Jo, qué suerte de mierda tienes —rio Yeonhee, dándole un toquecito juguetón al brazo de su novio. Yoongi la miró por un segundo con los ojos entrecerrados y suspiró, rendido del todo.

—Dime un puto reto y acabemos con esto.

Taehyung despegó las manos del suelo y las frotó juntas, en un gesto que parecía más de placer que para ahuyentar el frío, como si estuviese planeando algo con cuidado. Sus comisuras se estiraron hacia los costados y se inclinó hacia el frente, pasando seguidamente loa dedos por su barbilla. Sus ojos vagaron por los alrededores, buscando una idea. Hyeji lo miró mientras escaneaba el parque con rapidez, sin embargo no pudo determinar en qué se había fijado en cuanto volvió la vista al frente, ojos brillantes como si hubiese descubierto un tesoro.

—Quítate la ropa y corre un poco por ahí —soltó Taehyung, volviendo a apoyarse sobre sus manos con una sonrisa satisfecha. El rostro de Yoongi se contorsionó en una mueca que al principio parecía espantada, luego, molesta.

—¿Cómo mierda has dicho? —se había inclinado sobre sus rodillas, como si realmente hubiese escuchado mal, a pesar de que estaba claro que no era así.

—Que te quites la ropa y corras un poco por ahí —repitió Taehyung, acentuando cada una de sus palabras—. Venga, es un reto, Suga, no seas tan cobarde.

Yoongi se tensó ante la mención de su otro nombre. Hyeji había llegado a la conclusión de que no le agradaba que cualquiera le llamase de aquella manera. Suponía que era algo más personal. Suga era una parte de él que no todo el mundo conocía, y a Yoongi no le gustaba que su nombre se usase en tono de burla, pues significaba mucho para él.

—¿Cobarde? —había comenzado a molestarse, eso se notaba. Hyeji intercambió una breve mirada con Namjoon, pero ninguno de los dos dijo nada—. Yo no soy cobarde, Kim, pero no quiero agarrar una maldita hipotermia por estar jugando a este juego de mierda, joder —volvió a recostarse sobre el banco y se cruzó de brazos—. Cambia de reto o algo.

—Dale un beso a Hoseok —dijo entonces Taehyung, sin dudar—. Con lengua.

—¡Yah! ¿Por qué siempre a mí? —se quejó el nombrado, lanzando los brazos a los costados con algo de desesperación. Hyeji sonrió al observar la manera en la que su boca se curvaba hacia abajo en un puchero bastante adorable y desvió la mirada rápidamente, no fuese a ser que el muchacho se diese cuenta—. No es que tenga nada contra ti, hyung —aclaró, moviendo las manos en dirección a Yoongi—, pero no pareces estar a la misma altura de un besador tan bueno como yo.

Grafito y tinta » Namjoon;BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora