Capítulo 9

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Empezar de nuevo.

Quiero ignorar los efectos que han causado sus palabras pero no puedo, no cuando el corazón me late tan de prisa como si quisiera salirse de mi cuerpo. Dan acaba de decirme por segunda vez que le parezco hermosa y aunque quiero creerle no lo hago, aún tengo en mi cabeza la imagen de cuando estaba enferma, así que ignoro sus palabras y me enfoco en averiguar que hizo que volviera a este lugar.

— ¿Qué estás haciendo aquí, Dan? —pregunto en un tono nervioso porque me aterra la idea de verlo nuevamente en la terraza del edificio.

—Déjalo así Cristal —dice y puedo sentir como clava su mirada en mí—No estoy aquí para eso, nunca más.

— ¿Entonces? —cuestiono confundida.

Nuestras miradas se conectan y nuestros ojos empiezan una batalla que no pienso perder.

—Por ti —dice y mi pulso se acelera, late tan de prisa que temo desmayarme. El nerviosismo se instala en la boca de mi estómago así que desvío la mirada.

Él toma con sus manos mi barbilla y me obliga mirar nuevamente sus ojos color miel, esos ojos que torturan mi mente desde ya hace un mes.

—Necesitaba verte Cristal —habla y su aliento me pega de lleno, huele a tequila y a chicle de menta.

—Sólo estas borracho Dan —digo y él por su parte luce avergonzado.

— ¡No estoy borracho! —exclama y desvía su mirada—Hace unas horas lo estaba, quizás ahora un poco pero cuando estoy sobrio también quiero verte, no tiene nada que ver el alcohol.

Trato de procesar sus palabras pero sólo me fijo en la manera que sus labios se mueven.

Dios cuánto ansío tocarlos con los míos.

—Mañana no vas a recordar esto —insisto, no sé si lo quiero convencer a él o a mí.

No puedo bajar la guardia con Dan, no cuando él sólo me envía señales confusas.

—Te tengo en mi mente todo el tiempo, ese día llegaste como un rayo de sol a iluminar mi oscuridad y desde entonces sólo ansío verte cada mañana —sonríe de medio lado revelando su hoyuelo— ¿Acaso no te has dado cuenta lo mucho que me gustas?

Una sonrisa tonta se dibuja en mis labios y aunque quiero saltar de la emoción me obligo a mantenerme serena.

—Me confundes —confieso tan despacio que temo que no me haya escuchado.

— ¿Por qué? —pregunta en susurros.

—Por tus cambios de actitud hacia mí —aclaro y él luce apenado.

—Tienes razón —dice y sus hombros se hunden mientras se aleja de mí dándome la espalda—Si me dejas explicarte tal vez lo entiendas.

—Te escucho —digo y él me encara.

—Lisa —escucharlo decir su nombre hace que todas mis emociones caigan al piso—Ella y yo nos conocimos en primero de bachillerato de la secundaria Rosembel—continúa. —Por mi parte fue amor a primera vista cuando la vi... —quiero decirle que no haga esto, que no quiero escuchar lo mucho que la ama aunque este muerta porque me lastima pero lo reprimo, en su lugar le presto atención—Transcurrió mucho tiempo para que nos hiciéramos novios, se convirtió en el centro de mi mundo y cuando ella murió, dejó un vacío tan grande que sentí que mi vida había perdido sentido. Me aleje de todos; de mi familia, de mis amigos, de la secundaria, del fútbol e incluso de mis padres. Hice de mi habitación una refugio, habían días en los que no ingería alimentos y en otros hasta no me bañaba, lo único que hacía era mirar las fotos de Lisa en mi teléfono o mi red social, fueron seis meses en los cuales lo único que hice fue lamentarme y culparme por lo sucedido con mi amigo y mi novia.

CORAZÓN DE CRISTAL{✔}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora