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Héctor se levanto muy temprano como de costumbre, su cuerpo ya estaba acostumbrado a levantarse a esa hora. Al pararse de la cama sintió como todo se movía seguido de un horrible dolor de cabeza el cual solo se detuvo tocándose la frente y masajeándola un poco. Al levantarse completamente lo primero que pudo divisar fue a una persona dormida en el sillón frente a su cama. Se asomo solo un poco, Camila se encontraba durmiendo en el y ahora todos los recuerdos del día anterior volvían a su mente desde la cita con Imelda, la apuesta y como Camila lo trajo hasta su casa.

🔹🕊️🔹

La joven despertó tan solo unos 20 minutos después de Héctor, encontrándose en un sitio que no era su hogar, al igual que el muchacho recordó lo sucedido la noche anterior, por obvias razones no se encontraba en su casa, pero tampoco había señales de Héctor por el lugar. Escucho ruido proveniente de la parte baja de la casa, decidió ir a ver si ahí se encontraba su amigo y en efecto, lo encontró en la cocina.

-Buenos días Camila.

-Buenos días Héctor. ¿Cómo te sientes? -Pregunto ella.

-Bastante apenado contigo y con Imelda. Ahora que pensará de mi. -Contesto Héctor aun avergonzado y deprimido.

-No creo que nada malo. Ella mismo te dijo que se verían de nuevo pronto.

-Lo se, si lo recuerdo. Es solo que desee tantas veces que ese día llegará y la forma en que termino no era la que había planeado. Pero bueno ya paso y no puedo hacer nada para cambiarlo. ¿Quieres desayunar? -Respondió resignado el muchacho ofreciendo a su amiga un plato de comida.

-Claro, ¿Qué cocinaste?

-Quesadillas y calenté los últimos tamales que quedaron de los que trajiste. Estuvieron muy ricos, gracias. Y también por traerme hasta casa ayer, ahora te debo algo más.

-Claro que no Héctor. Si seguimos haciendo cosas solo por que se las debemos al otro jamas terminaremos ¿No crees? Y te traje hasta casa porque eso hacen los amigos.

-Tienes razón. Y hablando de ayer... quiero preguntarte algo. ¿No fui grosero o te dije algo que te incomodará mientras estaba borracho?

Camila recordó la platica que tuvieron mientras el estaba pasado de copas y ella un poco mareada, el como la llamo hermosa y como le dijo que había escrito una canción pensando en ella pero no quiso poner más incomodo a su amigo así que decidió no mencionarlo.

-No, claro que no. Te la pasaste hablando de Imelda. -La joven se sonrojo un poco recordando los comentaros de Héctor.

-¿Estas segura? De cualquier forma si te dije algo lamento haber sido imprudente.

No, definitivamente no iba a decirle nada.

-No te preocupes, lo único que hiciste fue preguntarme si podías llamarme Cami y te dije que si.

-¿Enserio? Lo siento tanto. Pero... ¿No te molesta que te llame así?

-Claro que no. Puedes hacerlo.

-Gracias y bueno... ¿Tienes algo que hacer hoy? Porque todos los Domingos se pone un gran tianguis y una feria en la plaza. Tal vez te gustaría conocerla.

-Claro que si ¡Vamos!

-De acuerdo. ¿Te parece si nos vemos en 2 horas en la entrada de la plaza?

-Seguro. Nos vemos en un rato.

🔹🕊️🔹

Ambos amigos ya bañados y arreglados con los rastros del día de ayer fuera de sus cuerpos decidieron invitar a Ernesto a pasar el día. Estaban por tocar su puerta cuando frente a ellos se mostraba a Ernesto recién llegado de quien sabe donde.

La Palomita de Santa Cecilia [Fanfic Coco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora