El día lunes, el buen señor Cabrera sale desde muy temprano rumbo a la casa de Camila.
-Hola señorita Martínez.
-Buenos días señor ¿Cómo está? -amablemente lo invito a pasar.
-Todo bien mija, gracias. Verás, yo quería pedirte un gran favor. -Dijo después de tomar un sorbo de la taza de café que sostenía en sus manos.
-Claro, estoy para lo que necesite.
-Déjame contarte. A unas horas de aquí hay un pueblo llamado San Juan. Ahí mismo hay un orfanato, un hermoso lugar que cuida de los niños desprotegidos que ya no tienen padres por la circunstancia que sea. Obviamente al ser varios pequeños hay que tener ingresos para poder mantenerlos. Cada año en la feria del pueblo se hace un evento de caridad para apoyar a los pequeños. El año pasado no se recaudo lo suficiente y el dueño del edificio ha amenazado con cerrar el lugar si no consiguen su meta esta vez. Teniamos un cantante preparado pero por problemas personales no podrá estar. Se que trabajas en el bar cómo camarera y cantante, y quería saber si tú podías hacerme el favor de ir en el lugar de la persona que va a faltar.
-¿De verdad? -Estaba atónita al escuchar tan gran favor que se le estaba solicitando.
-Asi es mija, tuve la suerte de escucharte cantar el sábado y pues inmediatamente pensé en ti para esto.
-Seré curiosa, ¿Cómo sabe que trabajo ahí?
-Ah, pues Carlos el dueño, es mi sobrino y mi hijo adoptivo. Mi esposa y yo nunca pudimos tener hijos y un día desgraciadamente mi hermana falleció al dar a luz, y el chamaco se quedó solo. Lo tomamos y lo criamos como si fuera nuestro. Fue toda una bendición y una alegría para nosotros tener a alguien a quien cuidar y educar.
-Que gran gesto el suyo y de su esposa al cuidar del hijo de su hermana. La vida se las arregló para no dejarlo solo a él ni a ustedes.
-Es verdad. Ese muchacho fue lo mejor que nos pudo pasar. Pero bueno, por esta razón es que conozco tu potencial y también se que entraste en el concurso de verano. Carlos nos ha hablado del mucho talento que posees.
-Pues estaré encantada de ayudarlo.
-¡Perfecto! ¡Gracias mija! Nos estás salvando el pellejo.
-¿Y cuando será el evento?
-Este viernes. No habrá ensayos para el concurso de verano y el bar estará cerrado por 6 días. El pueblo está a 4 horas de aquí.
-Pero, ¿Donde podré quedarme? Y tengo que irme con anticipación para ensayar, supongo.
-Descuida, Carlos te llevará y podrás quedarte en mi casa del pueblo. Ensayarás con la gente del convento, ellos te explicarán. Partirás mañana mismo.
-De acuerdo. Estaré lista a la hora que me diga.
-¡Ese es el espíritu muchacha!
Mañana. Muy poco o más bien casi nada de tiempo para prepararse. En fin, ya ha aceptado hacer ese gran favor. Aquélla tarde después de trabajar, el joven Rivera acude a casa de la palomita.
-Señorita Martínez.
-Joven Rivera. Pase.
-¿Cómo te fue hoy en el bar?¿Te visitó tu amado Ernesto otra véz? -Dijo acomodándose en el sofá y colocando los pies encima de la mesa mientras afinaba la guitarra que cargaba con él.
-Solo paso a saludarme como de costumbre, pero no es mi amado.
-Perdón, perdón, es porque él dice que te adora, pero si yo fuera tu no le creería tanto. -Contestó tratando de hacer un chiste sobre la situación de su ex amigo.
-Héctor, si Ernesto dice que le gusto, no veo razón para no creerle. No tendría por qué mentirme.
-Sabes que yo podría decirte mis razones querida, pero sé que ya me entiendes. -Contesto guiñándole un ojo.
Camila rodó los ojos después de escuchar el comentario del muchacho, era curioso como se estaba tomando el tema con tanto sarcasmo e ironía. Pero estaba bien, era un buen indicio de que ya no estaba tan afectado.
-De acuerdo, no más chistes respecto a tu amor. Cambiando de tema, ¿Escuchaste que el bar estará cerrado y tampoco habrá ensayos?
-Si, me lo dijo Carlos.
-A mi también, solo que no me dio razones.
Camila recordó las últimas palabras que el señor Ignacio mencionó antes de irse.
"Y por favor, no le comentes a ninguno de tus amigos del concurso nada con respeto a este asunto. No queremos que pienses que te estamos dando algun trato especial"
Y Héctor efectivamente, es su amigo y estará en el evento. Así que prefirió callar.
-Pensé, que como no habría ensayos ni bar, mañana tendrías el día libre y podríamos ensayar en mi casa. ¿Que dices?
-Gracias, pero mañana no puedo. Yo... Estaré... Ocupada.
Camila se dirigió a la cocina para servir unos tarros con jugo de naranja, Héctor la siguió pues la respuesta negativa no le había agradado y tenia curiosidad por saber la razón.
-¿Ocupada? ¿En que? -Preguntó Héctor entrando de golpe a la cocina y asustando a Camila, haciendo que está gritara al tiempo que soltaba bruscamente uno de los vasos tirando un poco de su contenido.
-¡Me asustaste! -Contestó ella girando enseguida para responder.
-Me di cuenta. Pero no contestaste mis preguntas.
-Ya sabes... Tengo... otras cosas que hacer.
-Rayos, te ves más blanca de lo usual. ¿Estás bien? -Preguntó.
Ella tomó su cara, tratando de cubrir la palidez del susto que delataba que estaba mintiendo y ocultando algo.
- Si... Estoy... Bien...
-Puedo ayudarte si quieres, pero ¿Enserio estás bien?
-No te preocupes, estoy bien. ¿Quién eres tú eh? ¿Dime? ¿Héctor el preguntoncito? Y entonces salió de la cocina con los vasos de jugo.
Al no haber obtenido una positiva por parte de Camila y después de pasar la tarde en su casa decidio irse a descansar. Pero él no era tonto y casi podía jurar qué había algo que Camila no le dijo. ¿Que podría ser? Y si fue así ¿Por qué no quiso contarle? Todo estaba tan extraño pero el indagaria en el asunto.
🔹🕊️🔹
Justamente al siguiente día el joven a muy tempranas horas terminaba de entregar un pedido de trabajo. Se dirigía a la camioneta para regresar a sus labores cuando logró divisar otro vehículo frente a la gasolinera cercana y a esta subían Carlos y... ¿Camila? ¿Ella con su jefe? ¿A solas en una camioneta?
-De acuerdo Héctor, no pienses mal, no hay nada raro en que una muchacha salga con su jefe. Lo que si es extraño es que al preguntarle que haría hoy se puso nerviosa y pálida pero nunca mencionó esto. -Pensó para si mismo.
La camioneta donde su amiga venía arrancó enseguida. Él no se quedaría de brazos cruzados, le picaba demasiado la curiosidad, mas de lo que debería. Sin más arrancó siguiendo a la misma. Ya se ocuparía después de darle cuentas a su jefe.
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La Palomita de Santa Cecilia [Fanfic Coco]
FanfictionNadie lo sabe, pero antes de la película hubo otra historia que contar. Ven y descubre el comienzo de todo. Una historia alternativa, basada en la película ganadora al Oscar como "Mejor película animada" Coco.