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Y ahí estaba ella, parada frente a toda esa multitud, se veía hermosa en ese atuendo, era algo que jamás había usado pero resaltaba mucho más su belleza. Permanecía con los ojos cerrados mientras un piano sonaba dando inicio a la canción, fue cuestión de segundos para que comenzará a cantar, su voz resonó por todo el lugar, esa voz hermosa a la cual la gente comenzó a prestar mucha atención. Ella cantaba acompañada de los pequeñitos que tocaban al compás de su voz, ellos también lo hacían muy bien, todo iba en perfecta sincronía. El tono de la voz de Camila se elevo en algunos momentos, jamás había logrado notas tan altas, ni siquiera en los ensayos así que hubo momentos en los que se sintió orgullosa de su canto y del espectáculo que estaba dando, por un momento giro para a observar a Carlos, quien sonreía triunfante al observar al publico y a la madre superiora, la palabra atónitos se quedaba corta en comparación a lo que todos expresaban. Cuando Camila termino su acto sintió que el tiempo pasaba aún más lento hasta que escucho miles de aplausos y ovaciones por parte de la gente que se encontraba a sus pies. Los pequeñitos se levantaron de sus asientos y se unieron a Camila para agradecer al público por las muestras de cariño. El telón volvió a bajar ocultándolos nuevamente, todos se abalanzaron para darle un gran abrazo a la joven quien los recibió con los brazos abiertos.

-¡Lo logramos! ¡De verdad lo logramos!

Decían algunos mientras soltaban pequeñas lágrimas de felicidad. Estaban seguros de que lograrían salvar su hogar. Ahora han sido invitados por la madre superiora al comedor donde tendrían un gran banquete para celebrar, los pequeños se han adelantado y Camila se ha quedado a solas con Carlos.

-¡Felicidades Camila! Estuvieron increíbles.

-Gracias Carlos, pero nada de esto habría sido posible sin tu papá, sin ti. Hicimos algo hermoso por estos niños.

La platica de los jóvenes fue interrumpida por la madre superiora.

-Camila, te buscan en la entrada.

La muchacha se extraño, No había nadie que la conociera para venir a buscarla aquí. Cuando llego a la puerta un joven la esperaba con una rosa en la mano.

-Hector

-Hola Camila, ¿Crees que podemos hablar?

La joven accedió a hablar con el, era tiempo de arreglar las cosas. Ambos caminaron un poco, alejándose del orfanato llegaron a un pequeño riachuelo cerca del pueblo. Se han acomodado en el piso, uno a lado del otro para estar más cómodos.

-Felicidades por esa actuación, fue maravillosa.

Dijo el muchacho ofreciendo la flor , dudosa la tomó entre sus manos, sin embargo aun recordaba con amargura la forma en la que le había hablado hace algunos días.

-Gracias ¿Pero sabes? no debería aceptarla. Me trataste muy mal.

-Lo sé Camila y lo siento de verdad. Yo jamás imagine que eso era a lo que venías a este pueblo.

-Ni siquiera me diste la oportunidad de explicarlo.

-Se que fui un tonto, estaba borracho y no pensaba bien en ese momento.

-¿Ah si? ¿Y por qué estabas borracho?

Esa pregunta lo tomo por sorpresa ¿Qué iba a decirle? Estaba así porque se molesto verla con otro. No, claro que no era eso y definitivamente eso no podía salir de su boca.

-Eso no es importante.

-Oye, de verdad estoy furiosa contigo. ¿Crees que podré olvidar tan fácilmente tus palabras?

-Yo solo fui por unos tragos, después te vi con Carlos y empece a imaginar cosas. Soy tu amigo y me dolió el hecho de que no me contaras que salias con el. O eso es lo que yo pensaba.

-Si no te conté fue porque Carlos y su padre me pidieron que no lo hiciera, ni a ti ni a nadie que estuviera involucrado en el concurso. Imaginalo por un momento, si todos se enteran que me han traído hasta acá para este evento pensarían que van a tener alguna clase de favoritismo conmigo y eso no esta bien.

-Ahora lo entiendo. Y de verdad me siento muy avergonzado. Por hablarte así, por no confiar en ti y seguirte.

-Espera, ¿Me seguiste hasta acá?

Hector termino más nervioso de lo normal al darse cuenta de lo que acaba de confesar.

-Si Camila, lo hice pero no pienses mal, lo hice por tu bien, porque me preocupe por ti.

Una y mil excusas salieron de la boca del joven Rivera, tenia que convercerla y aun más convencerse de que solo lo había hecho por su bienestar.

-Oye, estás mintiendo ¿Cuál es la verdadera razón?

-Pero te estoy diciendo la verdad chamaca.

-No quería decírtelo pero cuando mientes o te pones nervioso se forma una arruga en tu frente, miras constantemente a la derecha y tiendes a levantar y agudizar un poco la voz. ¿Cuál es la verdadera razón?

El muchacho no quería hablar del asunto, no quería decirle lo que había llegado a pensar estando borracho, eran solo eso, ideas de un borracho que no sabia lo que hacia.

-Quiero la verdad Hector, para eso estamos aquí.

-Yo... no lo sé, solo estaba en horas de trabajo cuando te vi en la Camioneta de Carlos, me pareció extraño y entonces los seguí, los vi tan felices cuando estaban juntos y desayunando que yo solo, perdí los estribos, tome de más y por eso te hable así.

¿Que es lo que todo eso significa? ¿Hector se puso celoso de Carlos? Por lo que Camila estaba entendiendo esa parecía ser la razón, su corazón se estaba acelerando más de lo normal y estaba segura de que sus mejillas se habían puesto rosadas, pero ella quería escucharlo de la boca del mismo Rivera.

-¿Me estas queriendo decir que te pusiste celoso de Carlos?

-Quizá un poco, si.

-Pero ¿Por qué lo harías?

-Yo, no lo se tal vez porque...

-Porque...

-Porque tu me...

Ambos se miraban fijamente, estaban demasiado cerca por enésima ocasión, no había más impedimentos, solo era cuestión de que el muchacho terminara la frase para seguir con lo que estaban a punto de hacer. Por un momento el joven volvió a la realidad y entonces bruscamente se alejo.

-No pienses mal ¿De acuerdo?, esta claro que eres mi amiga y me podré celoso si tienes otro mejor amigo. Es todo.

-Pero tu estabas a punto de...

-Camila escucha, estuvimos a punto de hacer algo que ahora no puedo, ya te lo he dicho antes, no tengo esa clase de interés en ti y aun si lo tuviera, no podría. Imelda... ella aun esta en mi.

Una vez más él ha dicho algo que la ha lastimado, de algún modo lo entiende, no es tan fácil olvidar a alguien que has querido de verdad y tal parece que Hector no podrá hacerlo en un largo tiempo. Resignada la joven ha decidido levantarse y marcharse. No hay forma, no va esperar más por algo que quizá ni en sus mejores sueños sería posible que sucediera.

La Palomita de Santa Cecilia [Fanfic Coco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora