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Después de un rato de charla, tequila y algunos silencios incómodos un grupo de personas que se encontraba tomando el bar pidieron a la palomita cantar una canción. Normalmente los sábados es noche de show en vivo por lo cual varias personas se ofrecían a subir a la tarima y cantar un poco y últimamente estaban siendo las personas de las audiciones del show de verano. Camila algo apenada subio a la tarima, aún no se acostumbra del todo a cantar frente a la gente pero le gusta hacerlo, sabe que tiene la voz y el talento y todo gracias a su abuelo, el hombre que desde pequeña le enseñó lo bello de la música y la magia qué posee.

Cuando su madre murió la pequeña Camila paso meses triste y deprimida, extrañando a ese ser de luz que iluminaba su vida pero esta misma no era tan cruel para desamparar a una pequeña del todo, su abuelo al ver lo que sucedía se acercaba a su pequeña nieta y le cantaba bellas canciones a lo cual la niña respondía embelesada y asombrada con la voz de aquel hombre de cejas blancas y pobladas. A partir de entonces cada día de su vida el buen señor se dedicó a enseñar a Camila a cantar y poco a poco la niña lo hacía mejor, además de todo había nacido con ese gran don pero las enseñanzas de "Don Paco" habían sido fundamentales, además de canciones le había dedicado mucho amor a su única nieta y así fue hasta el último día de su vida.

Después de recordar esa hermosa etapa de su vida, tomo aire, respiro profundo y tomo el micrófono.

-Quiero dedicar está canción a alguien muy especial.

Dirijio la vista completamente hacia Héctor. El joven y algunas personas en el lugar notaron el pequeño detalle. Camila al ver lo que había hecho decidió agragegar algo más a su frase.

-Héctor e Imelda. Les deseo lo mejor.

Tomo un vaso con tequila, brindo con el público y comenzó su canción.

🔹🕊️🔹

¿Qué clase de actuación había sido esa? Al terminar la palomita bajo de la tarima siendo recibida entre miles de aplausos. Héctor e Imelda fueron felicitados por la gran mayoría. La canción habla de dos personas que si se alejaban de mundo y se concentraban en el suyo propio podrían ser felices. Una hermosa canción perfecta para enamorados. Héctor que no es ningún tonto ha entendido un poco el trasfondo de todo esto. ¿Realmente la canción era para él e Imelda? ¿Quizá para él y alguien más? Podria ser el reflejo de algo de esperanza que aún hay albergada en el interior de la pobre Camila. Pero él no puede, esta conmovido y mentiría si no reconociera que la canción movió algo dentro de él y logró sonrojarlo y ponerlo a pensar. Pero ahora mismo su lealtad está con Imelda, su novia y a la única que debe querer y con quién solo debe desear estar. O será que tanto alcohol en su interior ha comenzado a afectar su cerebro. Está tan confundido ahora mismo pero sus dudas internas son disipadas por el público que ahora pide a gritos un canto del joven muchacho. Está a punto de subir pero es interrumpido por su novia.

-Héctor me tengo que ir a casa.

-De acuerdo Imelda, déjame llevarte.

-No, no te preocupes. Tú ve a cantar, te están pidiendo a gritos.

-Pero debo llevarte a casa primero.

-Héctor sabes que yo no soy así. No soy la clase de mujer que necesita que hagan eso por ella. Te veré mañana. ¿De acuerdo?

El joven sabiendo que no podía ganarle a su chica accedió, le brindo un pequeño beso en los labios y la despidió. Ernesto cómo buen amigo se ofreció a acompañarlas hasta la esquina de la calle mientras él subía a la tarima para complacer al público.

🔹🕊️🔹

Definitivamente Héctor era un gran cantante, la clientela quedó fascinada con su canción. Al bajar y dirigirse a la mesa que ocupaba, se topó con que ya no quedaba nadie. Imelda se había retirado a casa, Ernesto la acompañó a la esquina y probablemente también se retiró a descansar y la palomita seguro también se habría ido. Sin más opcion tomó su saco, pagó y salió del bar. En la esquina de aquel lugar logró escuchar unos susurros, bajos pero bastante alterados. Sin hacer mucho ruido se acercó a la zona, un callejón donde por fin pudo oir la conversión con claridad.

-¡Mujer por favor! ¡Fue una vez y...

-Y ahora será Camila ¿Verdad?

-No la metas a ella en esto, Tu estás ahora con Héctor. Dime ¿Crees que es tan fácil? ¿Crees que es tan fácil mirar a tu mejor amigo sabiendo que te metiste con su mujer?

Las últimas palabras eran las que resonaban dentro de la mente de Héctor. Ya no prestó atención al resto, no había nada más que escuchar.

-¡¿Qué hiciste que Ernesto?!

-¡Héctor! -Gritaron ambos al ser sorprendidos.

-No amigo, tu... Lo que hayas escuchado está mal. No vayas a malinterpretar esto.

Los dos jóvenes atrapados no tenían palabras para defenderse. Estaban atónitos al darse cuenta de que si. Habían sido descubiertos en lo que sea que hicieron.

-¿¡Te metiste con Imelda?!

-No es como lo crees pero... Si Héctor.

Ernesto bajo la mirada, cosa que no fue correcta pues su amigo se lanzó a golpes hacia él. Héctor logró propinarle al menos dos puñetazos antes de quitárselo de encima. Algunas personas que pasaban por ahí al escuchar el altercado se acercaron a ver qué sucedía y lograron separar a los dos hombres.

Héctor molesto, derrotado por la traición de dos personas que quería se alejó del lugar. ¿Y ahora que? ¿Alcohol? No, no quería tomar más para no cometer una locura. ¿Ir a casa? Tampoco quería estar solo para hacer lo mismo. ¿A donde ir? De pronto la respuesta apareció frente a él.

-Héctor.

*El vídeo no me pertenece es un cover de la cantante Sheyla subido en el canal Various Artist - Topic. https://www.youtube.com/channel/UCJfH2PvOkxmlMTvLV6M6SDw

La Palomita de Santa Cecilia [Fanfic Coco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora